***Mientras que la congregación de Donato Guerra vive sin servicios básicos
Huiloapan
Por: Icker Zepeda
Habitantes de la congregación de Donato Guerra, viven en medio de una contaminación de desechos tóxicos por el basurero municipal de Orizaba instalado recientemente, cuando supuestamente seria un corralón de camiones y un centro de reciclaje del Ayuntamiento orizabeño.
Los alcaldes Juan Manuel Diez Francos y Luis Francisco Soto Palacios, de Orizaba y Huiloapan respectivamente, sin importarles la salud de los habitantes permiten que dicha congregación vivan en condiciones deplorables e insalubres, ya que a escasos metros conviven con el jugo de la basura.
Y es que cabe recordar que el pasado 25 de junio del 2014 el alcalde, Luis Soto Palacios, cerró los accesos al Parque Industrial Valle de Orizaba (PIVO), por la supuesta demanda del pago de impuestos correspondientes a las más de 15 empresas establecidas en dicho lugar.
En dicha fecha, por voz del Presidente municipal demandó de que se cumpliera con el apoyo a los habitantes que son vecinos del parque Industrial, “tenemos conocimiento de que el Ayuntamiento de Orizaba está construyendo un centro de confinamiento de los cuales no hay permisos, ni del ayuntamiento, ni de la SEMARNAT, ahora nos quieren venir a poner su basurero acá, no señores, que se lleven su basura a su municipio”.
Declaraciones que se las llevó el viento, ya que con solo un par de reuniones con el “emperador”, Juan Manuel Diez, no se cumplieron, porque ahora dicho terreno es el basurero municipal de Orizaba.
“Imagínese usted cuánto dinero le habrán dado al alcalde (Luis Francisco Soto Palacios), para que instalaran esta cochinada acá, es una contaminación horrible, la basura se cae, se sale y los perros andan arrastrando las gasas, sondas y material de curación con sangre, que es basura del Instituto Mexicano del Seguro Social”, señalaron.
Los inconformes puntualizaron que temen una infección por tanta contaminación, ya que recientemente trabajadores del ayuntamiento orizabeño vierten el jugo de la basura (lixiviados), junto con aceite quemado que fue utilizado por sus vehículos oficiales al terreno, contaminando sus terrenos de manera catastrófica.