Por Sarahy Barragán
Tlapacoyan, Ver.- Poco a poco va muriendo nuestras tradiciones mexicanas, es muy tenue encontrarse ya con una ofrenda para los difuntos, gracias a la influencia americana, como son los festejos del Halloween o noche de brujas.
En donde los infantes ahora piden la típica calaverita con un disfraz de algún personaje de terror de las películas extranjeras, además de hacer los famosos concursos de disfraces, son contados los menores que se enfocan por conocer nuestra tradición de día de muertos.
Esto gracias a los adultos que van perdiendo el interés de elaborar la comida de todo los que conlleva para rendirles culto a los muertitos, que va desde los tamales, atole de cacao, arroz, calabaza en dulce, pan de muerto, mole, entre otros.
Solo en las zonas serranas a un se vive esta tradición a flor de piel, pues los ancianos dejan bien inculcado el respeto a sus muertos y el seguir viviendo las tradiciones con todo y cada uno de los elementos.
Esta situación la manifestó el párroco Antonio Galván China, debido a que tras el paso de los festejos a los files de difuntos, el recordarlos cada vez es menos así como la visita a los panteones municipales.
Pero mayor la interacción con la cultura anglosajona y la implantación de una tradición ajena a nuestro país, la cual está tomando más terreno con el paso de los año y que para próximas generaciones serán más común el festejo del Halloween