Por Sarahy Barragán
Tlapacoyan, Ver.- Es una tristeza ver a muchos de los ancianos abandonados por sus familias en el asilo, la mayoría de los abuelos pasan ha y los pocos años que les quedan de vida en lugar de sentir el calor de un hogar.
Se puede observar que viven una larga soledad y llenos de recuerdos, son pocos los que son visitados por la familia, pero la mayoría de ellos viven resignados o peor aún con un pensamiento doloroso en el cual aseguran que son un estorbo para los hijos y por eso son llevados al asilo no queriendo ser una carga para la familia.
Entre todos los viejitos se hacen compañía, pasando horas platicando de sus anécdotas así como de sus diversas enfermedades, son alimentados y cuidados por el patronato del asilo María Auxiliadora.
Patronato que hasta el momento ha hecho todo lo que está a su alcance, al igual de recibir el apoyo altruista de muchas personas altruistas o asociaciones civiles, aferrados para que este asilo no decaiga, ya que serían muchos los abuelitos que quedarían a su suerte.
Por lo que el mismo patronato solicita el apoyo solidario de las personas no solo económicamente, sino con despensas, medicinas y ropa, ya que mantener un asilo es muy caro, pues una persona de la tercera edad requiere de muchos cuidados, tener que estar bien alimentados al igual que en la salud.