**Ante las recientes modificaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Orizaba, Ver.- El Obispo de la Diócesis de Orizaba, Monseñor Eduardo Cervantes Merino, informó que será deber de la Iglesia y de todos sus fieles trabajar en la educación integral de valores ante las recientes modificaciones a las leyes y que fueron avaladas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, principalmente en el tema de la despenalización del aborto en el país.
Puntualizó que la clave está en la educación como cristianos y en la iglesia, así como desde las acciones de la pastoral.
“Vamos buscando rutas y las vamos asumiendo en el aspecto de la educación integral de valores de principios sobre la familia y la vida y desde luego nosotros annima a que en la familia sea el primer espacio para que se valore y se cuide la vida”.
Puntualizó que ese es el problema del relativismo y la falta de la objetividad, incluso en la percepción del bien porque las leyes existen para proteger el bien, para asegurar el bien, nunca se hace una ley para el mal, ni mucho menos para lastimar al ciudadano, ya que la Suprema Corte ha tomado esa determinación y en el modo en el que se plantea, se lastima al no nacido. Sin embargo, así está funcionando en estas estructuras de República.
“Nosotros cristianos, respetamos la ley, si esto existe si hay permiso para matar los cristianos no tomamos el permiso, vamos más allá de la ley, qué ir más allá de la ley irnos al extremo en la defensa en el cuidado y en el cariño por la vida; aunque existe esa ley nuestras convicciones cristianas nos hacen no tomarla y más bien protegerla, animando a las personas, cuidando a la familia”.
Subrayó que existen muchas agrupaciones católicas y no católicas que apoyan el desarrollo de la mujer, no nada más en el embarazo en general, la golpeada, la maltratada, la abandonada, vivimos una cultura muy triste en la valoración auténtica de la mujer.
Desestimó que pueda haber un comparativo de que sea la mayor crisis de valores que haya con respecto al tema de la vida sino más bien es un desafío y una oportunidad para valorar y respetar la vida, defenderla y cuidarla.
“No nada más no nacido también al que está en situaciones sin trabajo, sin posibilidad de desarrollo integral, al que tortura, al que te secuestra, al que te lastima, en muchas situaciones de denigrar la vida”.
El Obispo Diocesano agradeció la suma de voluntades de diversas agrupaciones que participaron en la marcha en esta Ciudad de Orizaba a la que se sumaron varias del país a favor de la Mujer y de la Vida.