Sudor combinado con llanto, lluvia mezclada con suspiros de cansancio, pasión todo terreno y risas incontrolables vividas en el CoscoBike 2014.
Sentimientos que ninguna persona que haya practicado cualquier deporte el capaz de sentir; adrenalina sobre ruedas que transmitieron a propios y extraños los apasionados atletas.
Gritos que coreaban ¡ánimo, estás cerca!; ese ¡tú puedes! Dirigido a un desconocido que entregaba en alma en cada pedaleada.
Raspones en las rodillas, la cara llena de lodo, agua en los zapatos y esperanza en todo el cuerpo, cargaron consigo los ciclistas por varias horas.
El enamoramiento también fue parte de la competencia al ver los hermosos paísajes que ofrece el municipio y cientos de personas a tu lado con caras de admiración.
La frustración no se hizo esperar con las fallas de las bicicletas, la fría lluvia, la baja temperatura y la impotencia de ver pasar a tus compañeros.
Pero todo se contrapuso ante la amabilidad de los coscomatepecanos, la camaradería a pesar de la rivalidad, el agradecimiento a quienes se detuvieron a ayudar a otros.
Hay quien dice que se necesita ser de otro planeta para pedalear bici de montaña, pero particularmente creo que se necesita dar sólo un poco MÁS que TODO para llegar a la meta con una sonrisa.