La Tía Justa siempre se ha caracterizado por apoyar al pueblo, porque gracias a ellos se ha dado a conocer, pese a las críticas que ha recibido por políticos, ciudadanos, colegas y la sociedad en general, a la Justa le gusta ayudar a quien más lo necesita.
Y hoy fue el caso, el problema del mercado Revolución lo hizo parte de ella, pues sabe que día a día los comerciantes se rompen la madre para ganarse un peso, por eso decidió ir al lugar y ponerse en los zapatos de los comerciantes y apoyarlos, no para quedar bien con nadie ni mucho menos para vanagloriarse, sino para ayudarlos, para hacerles saber lo importante que es la remodelación de su fuente de trabajo, de ofrecer un mejor servicio a los clientes, dejando a un lado los intereses que cada uno pueda tener, uniéndose, así como lo hicieron algún día para poder tener este lugar que ha sacado a generaciones adelante.
El mercado Revolución es una bomba de tiempo, su mala instalación eléctrica, la falta de servicios e incluso la escasa higiene en el lugar se ha convertido en algo común para los locatarios, sin embargo, allá afuera esta la competencia; grandes empresas, súper mercados de renombre y tiendas departamentales están haciendo que el producto de los que día a día se chingan para ganarse la vida queden fuera de la jugada, y eso no lo podemos permitir.
Por eso la Justa los apoya, por que se que es un bien para todos, porque es algo que les beneficiará y que los pondrá al tu por tu con los grandes, y mejor aún ofreciendo mejores productos, en optimas condiciones, que les de la oportunidad de mejorar su calidad de vida, incrementando sus ventas.
Se que muchos temen por el patrimonio de sus hijos, que no confían en las autoridades y los comprendo, porque hoy en día los políticos dejan mucho que desear, pero solo unidos lograremos que esto se concluya y que todos, así como nos ponemos perros para algunas cosas,también hay que ponernos perros para apoyar al prójimo, para ayudarnos y nos beneficiemos todos.
Y siempre lo he dicho a quién le lastime mi brillo pues que se chingue, porque yo apoyare a mis amigos del mercado y a quien me lo permita, no es show ni nada por estilo, porque para eso me contratan y en esta ocasión nadie me contrató.
Agradezco infinitamente el recibimiento y hospitalidad con la que me recueros los locatarios, la verdad es que La Justa sintió el calor humano y la honestidad de quienes día a día se ganan la vida a través del comercio.