“Están encaminados a atender las necesidades fundamentales de la familia y a formar un hogar donde abunde el respeto y la tolerancia, a ser un buen ejemplo para sus hijos y nietos”, dijo la presidenta del DIF, Andrea Ríos Álvarez al presidir la ceremonia.
Córdoba, Ver.- “Hoy la sociedad les reconoce este valor tan importante como es la familia, que es la semilla más importante donde crecen y se forman los hijos para una sociedad alegre y feliz”, dijo el alcalde Tomás Ríos Bernal, al encabezar junto con la presidenta del DIF Municipal, Andrea Ríos Álvarez, la ceremonia de Matrimonios Colectivos oficiada por el Registro Civil de Córdoba.
Ríos Bernal compartió su experiencia de 38 años de matrimonio con la señora Hortensia Álvarez Aguilar, primera dama del municipio, “he vivido, quizá como varios de ustedes, altas y bajas, porque el matrimonio no es fácil, no es un juego, por eso es muy importante este evento el día de hoy”.
Por su parte, Andrea Ríos dio la bienvenida y felicitó a cada una de las parejas presentes, “con este paso darán mayor seguridad jurídica no sólo a su esposa o esposo, sino también a sus hijos en caso de que los tengan. Ustedes están encaminados a atender las necesidades fundamentales de la familia y a formar un hogar donde abunde el respeto y la tolerancia, a ser un buen ejemplo para sus hijos y nietos”.
En este sentido dijo que para ella, sus papás Tomás y Hortensia, son un ejemplo de que el matrimonio es más feliz y duradero si existe una buena comunicación y cada quien hace lo que le gusta, ayudándose mutuamente a crecer como seres humanos.
El Oficial del Registro Civil, Diego Florescano Pérez, agradeció al DIF y el Ayuntamiento el apoyo para la realización de esta ceremonia efectuada en el auditorio del Parque DIF Adelante. “El valor del matrimonio sin duda estará en ustedes, la fortaleza de nuestra sociedad está en nuestras familias”, dijo el funcionario a las parejas antes de preguntarles si aceptaban unirse en legal y legítimo matrimonio.
Sin faltar el beso oficial como marido y mujer, se entregaron las actas de matrimonio a la pareja más joven conformada por Alma Edith Rodríguez Martínez, de 18 años, y José Humberto Ramírez Martínez, de 20 años; así como como a los contrayentes de mayor edad, Amelia García González, de 77 años, y Manuel Ramírez Rojas, de 84 años, éste último sin poder presentarse por encontrarse mal de salud. Ambas parejas también fueron acreedoras de un monedero electrónico equivalente a $1,000, por parte del DIF.
A nombre del resto de las parejas recibieron sus actas Beatriz González Ramírez y Francisco Castro Cruz; Natividad Martínez Cortés y Alfredo García Villegas; e Isaías Estrada Morales y Guillermina Rodríguez Trejo. Posteriormente, se realizó la rifa de diez monederos electrónicos, de $500 cada uno.
Cabe destacar que el munícipe entregó a cada uno de los contrayentes el Poema ‘Del Matrimonio’, del Profeta Khalil Gibran, que habla de la importancia de que cada uno de los que decidieron estar juntos, conservando su individualidad sin ataduras, sin que uno le haga sombra al otro.
Asimismo, aprovechando la presencia de decenas de familias en este evento, se colocó un moño dorado a los niños, como símbolo de la Lucha contra el Cáncer Infantil que se conmemora este domingo 15 de febrero, para hacer conciencia a los padres sobre estar alertas ante los signos que indican la probable presencia de esta enfermedad.
En el matrimonio hay que aguantar, doña Amelia
Amelia, de 77 años, llegó a la ceremonia sin su pareja, sólo con una de sus nietas de su primer esposo, ya que su actual pareja, el señor Manuel de 84 años, se encuentra enfermo. Ellos se unieron hace 25 años y hasta apenas se casaron “porque no hacíamos caso, él siempre estaba con que nos íbamos a casar, porque él está pensionado y me dice que si se muere no se le va a quedar a nadie esa pensión”.
Juntos ya no tuvieron hijos. “Él enviudó, andaba solito y nos encontramos, yo también ya no tenía marido, ya se había muerto”.
Alma Edith y José Humberto, esperando bebé
Ella de 18 y él de 20, se hicieron novios hace tres años, luego de conocerse en la iglesia de su comunidad Berlín. Son de los nuevos esposos que están nerviosos, pero que se dicen alegres y felices por haberse casado en vísperas del Día del Amor y la Amistad. Tienen cinco meses de embarazo y no quieren saber si será niño o niña.
Alma se dedica a las labores del hogar, mientras que Humberto trabaja en Parques y Jardines del Ayuntamiento.