***Una mujer, cuya identidad real no se conoce al momento, era la que hacía labores de convencimiento en la agrupación de Greek “N” para enganchar a otras chicas que buscaban empleo.
Susana, -nombre ficticio por cuestiones de seguridad- quien se salvó de ser una posible víctima del presunto feminicida fue contactada por “Karla”, mujer a quien nunca conoció pero que le habló de todas las bondades del empleo que le ofrecían vendiendo ollas.
La joven fue contactada en Coatzacoalcos donde le ofrecieron un trabajo con altas prestaciones y muchísimas facilidades y aunque los tratos previos los hizo con una mujer de nombre “Karla”, ello fue propicio para que no sintiera tanta desconfianza cuando esta la citó en un café ubicado en la Avenida Universidad, en aquel puerto y aceptó ser entrevistada, aunque al final la cita fue con el feminicida.
A más de un mes de aquel encuentro en el que decidió no irse con Greek “N”, Susana repasa el modo de operación del acusado por el feminicidio de Viridiana Moreno Vásquez, la joven madre enganchada en Cardel, el mismo lugar del que Susana es originaria.
La joven, que exige que sean investigados todos los casos en los que Greek “N” tiene una posible implicación, recuerda que antes de la entrevista que se suponía sería con “Karla”, le pidió información a la supuesta promotora sobre los detalles de la empresa que representaba.
Sin embargo, “Karla” las evadía, indicándole que si lo prefería, podría ir directamente a firmar su contrato a Puebla.
“La chica era muy persuasiva, la que hacía labor de convencimiento. De hecho me mandó como un audio como de medio minuto donde me decía que incluso tenía chance de estudiar porque tenía mucho horario disponible pero no le creí”, señala.
Aun con todo eso, Susana aceptó acudir a la entrevista en aquel café, pero al llegar a su encuentro, se dio cuenta que “Karla” no llegaría; en su lugar estaba Greek “N” y un supuesto socio que si bien no participaba activamente en la “entrevista de trabajo”, sí le hacía segunda en las afirmaciones.
“No me dio buena espina que no haya llegado la persona que me había contactado. Desde ahí todo mal, pero sí, él -Greek “N”- era muy persuasivo. Me vendía de que si íbamos con la mujer, me podía dar muchos tips porque ella llevaba muchos años en ventas”, dijo.
Susana no solo se salvó gracias a su intuición y a un sueño que tuvo una noche antes con su madre, ya fallecida, sino que además sus estudios de criminología la ayudaron a detectar ciertos rasgos y comportamientos que vio en sus anfitriones.
Entre estas cosas, otra que le llamó la atención fue que tanto el acusado como su acompañante, no tenían pinta de ser los empresarios que decían ser, pues aunque no se veían sucios, la vestimenta no era la apropiada para una entrevista formal.
Además, sostuvo que para haberla citado en un sitio público como una cafetería lo natural era haberle ofrecido, o que ella misma ordenara al menos un vaso con agua, pero estas personas apenas llegaron, ya se mostraban urgidos de llevarla con la supuesta promotora que la contactó.
Tras reiterarles que no se iría con ellos y concluido el encuentro, aun con la paranoia que sentía en ese momento, el primer impulso de la joven fue el de publicar en sus redes sociales un alertamiento sobre lo que había ocurrido, pues al llegar a casa buscó los perfiles desde donde había sido contactada y ya no existían.
También se dio cuenta que el teléfono de donde la citaron había sido bloqueado e incluso, buscando en internet detalles de la supuesta empresa, se dio cuenta que no existía.
Sin embargo su esposo la detuvo en seco. Le recordó a Susana que Greek “N” se había quedado con su currículum y copia de su credencial de elector, con los que fácilmente podrían dar con ella. Así aguardó varias semanas, hasta que supo el caso de Viridiana.
A la fecha, Susana sostiene que más mujeres pudieron ser víctimas del supuesto empleador, sobre todo sabiendo que se movió por diversos estados además de Veracruz, como Morelos y Puebla, máxime que muchas mujeres, especialmente madres solteras, siempre están necesitadas de un buen empleo.
La joven lamenta que posiblemente en Viridiana Moreno vieron a una “presa fácil”, una madre que necesitaba de una fuente de empleo urgente.
“Necesitamos que el sistema de seguridad, hablando de policía cibernética, pueda difundir este tipo de cosas, pues muchas mujeres son propensas a este engaño. A él le funcionó con Viri y otras mujeres pero nunca falta quien le copie al otro delincuente.
“Al rato alguien más lo va a andar haciendo. Es más, yo no dudaría que fuera toda una banda la que opera así. Yo le dije a mi esposo que pienso que es una trata de blancas”, enfatiza.
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