Miércoles 03 Marzo, 2021
Orizaba, Ver.- Transtornos que van desde depresión, ansiedad y hasta el suicidio, es lo que esta generando el encierro en niños y adolescentes, informó la especialista en el área de psicología Martha Avelaira y agregó que es urgente que tomando las medidas sanitarias sus padres los lleven a la calle para poder ir retomando eso que la pandemia les arrebató de un día para otro llamado libertad.
Aseguró que el encierro también ha provocado que los infantes estén perdiendo masa muscular, inteligencia emocional, inteligencia social y en términos generales están perdiendo un desarrollo integral.
“Para un niño el perder a sus amigos, su escuela, los paseos, sus clases, ir al parque, es un duelo y el niño necesita moverse mucho más que un adulto, entonces ahorita los estamos afectando bastante en su sistema nervioso, su autoestima y hasta su alimentación”, dijo.
Aseguró que los adolescentes también estan presentando una problemática grave, al presentarse varios trastornos cómo: depresión, trastornos de sueño, trastornos de alimentación, anorexia, bulimia, pica, cutting o agresiones, conflictos familiares muy fuertes entre primos y hermanos, además por el impacto que han tenido por el incremento de los divorcios que ha dejado esta pandemia.
Afirmó que hoy el internet y las redes sociales se han convertido en una ventana de los adolescentes para socializar con el mundo, aunque también ha traído consigo el incremento de fotografías sexistas en las redes.
“Indudablemente ha incrementado, y más porque ahorita que están más absorbidos e hipnotizados porque no hay otra salida, es como su única ventana al mundo si antes ese era su ventana en la tarde, ahora es de 24 horas”.
Por último, consideró prudente que se puedan comenzar a realizar pruebas piloto en escuelas que permita que guardando las medidas sanitarias puedan realizar por lo menos una asesoría presencial a la semana, esto debido a que las condiciones que prevalecen a causa del Covid-19 impide que las clases sean retomadas de manera presencial.
“Se podrían citar cinco o 10 niños con todas las precauciones ya no digamos clases normales sino cuando menos una asesoría semanal un contacto personal con su maestra con 5 o 6 compañeritos, pienso que sería bastante benéfico de algo a nada con todas las precauciones. Pienso que se podrían empezar a hacer pequeñas pruebas con seguimiento médico, psicológico y pedagógico como una prueba piloto y ya de ahí poder partir a más”.
