Orizaba, Ver.- Los restos mortales de quién en vida se llamó Joaquín Soto Juárez fueron entregados dignamente a sus seres queridos y familiares para su velación y sagrada sepultura en su lugar de origen, el municipio de Nogales, luego de casi 6 años de larga espera y búsqueda incansable.
A la edad de 22 años, el joven desapareció el pasado 10 de diciembre del 2017 en el Municipio de Nogales y hasta fechas recientes se desconocía de su ubicación y paradero.
Cómo se recordará, en 2020 fueron localizados, exhumados y recuperados un total de 23 cadáveres de las Fosas Clandestinas de Los Arenales de la Colonia Venustiano Carranza, del municipio de Río Blanco, de entre los cuales hasta hace unos días se confirmó a través de las pruebas de ADN, que se encontraba el del joven Joaquín Soto Juárez.
Tras confirmarse mediante confrontas con el ADN de sus seres queridos, se determinó su identidad y se inició el proceso de identificación y entrega.
Fueron las autoridades del Centro de Identificación Genética Forense asentado en la Localidad Colorines, municipio de Nogales, quienes entregaron los restos humanos a los deudos para su sepultura y eterno descanso.
Por su parte, el Colectivo de Familias de Personas Desaparecidas en la zona Córdoba- Orizaba, que representa Araceli Salcedo Jiménez, confirmó que, éste día concluye una búsqueda, la cual termina lamentablemente no como hubieran querido.
Es de mencionar que, gracias a la tecnología de punta con qué cuenta este Centro de Identificación Genética Forense dependiente de la FGE, es que se han logrado identificar y entregar cuerpos que han sido recuperados y exhumados en fosas clandestinas asentadas en los municipios de Ixtaczoquitlán, Santa Ana Atzacan y Río Blanco.
