Jorge Alarcón, un trapecista chileno, soñó por años en convertirse en un trapecista de talla internacional y lo logró en junio pasado cuando fue seleccionado para unirse al Happy Circus, en la ciudad de Shilin, China.
El joven estaría en el país asiático por un año. Sin embargo, el sueño terminó antes de tiempo cuando el pasado mes de agosto, Alarcón tuvo que regresar a su hogar tras una caída de 9 metros al vacío.
El 12 de agosto, mientras el trapecista chileno “volaba por los aires”, sufrió un grave accidente cuando trató de aterrizar en la plataforma en donde estaban otros tres compañeros.
Uno de los trapecistas logró sujetarse de una cuerda y quedar colgado. Sin embargo otros dos cayeron en la maya de protección mientras que Jorge cayó directo al suelo, resultando con tres cortes en la cabeza y una lesión en la rodilla.
Luego, el artista circense fue trasladado a un hospital, donde estuvo internado por ocho días antes de ser enviado a casa para continuar con el reposo.
“Yo pregunté qué debía hacer, pero solo me dijeron que hiciera reposo para que la inflamación pasara. Al término de la segunda semana mi rodilla izquierda ya estaba totalmente desinflamada yo estaba feliz, no tenía dolor y caminaba mucho mejor”, recuerda.
Una semana después, el dueño del circo le preguntó por la recuperación, y lo llevaron al hospital a realizarse un examen.
“Me hicieron un escáner y eso arrojó que el ligamento cruzado posterior tenía un daño severo… En China los doctores me dijeron que con tres meses de reposo iba a estar recuperado, pero no me dieron un tratamiento para seguir mi recuperación, nada”, dice el trapecista.
Como su recuperación iba a ser larga, lo mandaron de vuelta a Chile sin más que el pago de las semanas trabajadas y la ropa que traía puesta.
Información Aristegui Noticias