**Cumple Evodio sentencia de 30 años por el delito de homicidio en defensa propia y lesiones.
Amatlán, Ver.- Después de cumplir una sentencia de 30 años por el delito de homicidio en defensa propia y lesiones, la mañana de hoy fue liberado el señor Evodio Reyes Hernández, de 51 años de edad.
Luego del último pase de lista, Evodio fue al patio donde ya lo esperaban sus compañeros para darle la despedida. Posteriormente se dirigió a la Capilla que se encuentra en el interior del Penal, para dar gracias a Dios y decirle a la virgen de Guadalupe que cumplirá con su promesa que le hizo cuando tenía 21 años de edad; salir bien para ir a la Basílica a darle gracias por cuidarlo.
El director del penal, Enrique Muñoz Sánchez, lo acompañó por el túnel de “La Toma”, que pisaría por última vez.
Con lágrimas en los ojos y emocionado, Evodio salió del Penal y saludó al abogado que llevó su caso y quien lo esperaba para saludarlos, al mismo tiempo Muñoz Sánchez, volteaba de un lado a otro, hacía los carros de pasaje, en espera de ver su esposa y tres hijos.
Una hora mas tarde -seguramente la más larga de su vida- uno de los autobuses se detuvo y por fin, bajo su esposa Ileana Cruz Cobos y en compañía de sus tres hijos, quienes al ver a su padre libre corrieron a sus brazos y con lagrimas de emoción respondieron, “papi te queremos”.
Ese momento fue uno de los más especiales para Don Evodio Reyes Hernández, quien al mismo tiempo que los abrazaba y besaba, relató que sus hijos son producto de su amor, ya que ellos fueron procreados en las visitas conyugales en el penal, al tiempo que dio gracias a su esposa por esperarlo estos años mientras el cumplía una falta a la sociedad.
Evodio, mientras comía con su familia en una de las fonditas que se ubican frente al penal, platicó a los medios de comunicación que ahora sera un hombre de bien y le echará ganas para que el y su familia salgan a delante y no les falte nada, ya que pondrá en práctica lo que aprendido en el penal.
EL DATO:
Durante su condena, Evodio recorrió 17 penales y durante todo ese tiempo, su esposa lo acompañó.