Xalapa.- Desde el mes de abril de 2018, nuestros hermanos de Nicaragua están viviendo una crisis política y social que los ha llevado a diversas manifestaciones de inconformidad y a múltiples enfrentamientos entre civiles y personas responsables de guardar el orden, con lamentables pérdidas de vidas humanas.
Se habla ya de más de trescientos muertos. Esta situación ha dejado familias destrozadas y un ambiente ensombrecido por la violencia.
Ante esta situación, la Iglesia Católica no ha permanecido indiferente, sino que ha asumido el papel de observador garante de la justicia y la libertad, por un lado, con las acciones de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, para facilitar el regreso al diálogo nacional entre las partes para encontrar una salida pacífica al conflicto que se ha desatado y, por el otro, llamando la atención del mundo entero sobre la crisis nicaragüense.
La Conferencia del Episcopado Mexicano, como el Consejo Episcopal Latinoamericano, difundieron mensajes en torno a la situación que se vive en aquel país hermano, expresando su cercanía y solidaridad con el pueblo nicaragüense y con sus pastores, animándolos a continuar facilitando el diálogo para la lograr la paz.
Ante todo esto debemos recordar que “la violencia jamás será el camino que aporte una solución a un conflicto cualquiera”, mucho menos generará paz. Es necesario fomentar y consolidar dos aspectos en los que hemos hecho mucho énfasis en los últimos meses en nuestro país y particularmente en nuestra Arquidiócesis; “una cultura de respeto a la vida” y “una cultura de la participación ciudadana”. La primera afianza valores fundamentales en el ser humano y el respeto por el otro; la segunda, permite al pueblo organizado incidir en las decisiones del gobierno, construye y vigila el desempeño de los servidores públicos.
Desde lo profundo de nuestro corazón y con fe, unimos nuestras intenciones para que bajo el principio de la buena fe, tenga realidad el diálogo tan apremiante para la nación nicaragüense y llegue la paz a todos nuestros hermanos que hoy sufren en aquel país.
Nuestra Arquidiócesis de Xalapa, presidida por su pastor, Mons. Hipólito Reyes Larios, expresa su cercanía y solidaridad al pueblo Nicaragüense y exhorta a todos sus fieles a promover una campaña de oración, individual y comunitaria, para suplicar la paz y la concordia en este país hermano. Se pueden aprovechar las diferentes iniciativas de nuestras comunidades parroquiales o en las rectorías y diferentes capillas. Invitamos a los sacerdotes para que motiven a sus feligreses unirse a esta causa.
Que la paz, la concordia y la reconciliación lleguen pronto a nuestros hermanos de Nicaragua.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes