Apesar de que en la actual administración se ha registrado un incremento de 68 por ciento en el salario mínimo, dicho aumento se ha visto mermado por el constante aumento de precios, principalmente en los alimentos, que no se ha detenido desde finales del 2018, causando que el huevo, la tortilla y el pollo tengan incrementos en sus precios que van desde 45 hasta 181 por ciento en los últimos cuatro años.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (Inegi), al cierre de diciembre del 2018, cuando inició el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el índice inflacionario fue de 4.83 por ciento.
De manera detallada, sólo el caso de la tortilla, el aumento en lo que va del sexenio es de 44.74 por ciento, al pasar de 14.33 pesos en diciembre de 2018, a 20.74 pesos en lo que va de junio.
El acumulado al primer semestre de este año es de 10.8 por ciento. Ambos porcentajes, tanto lo que va de la actual administración, como en la primera parte del año, están por arriba de la inflación.
De hecho, de acuerdo con información de la Secretaría de Economía (SE), el kilogramo de tortilla está a punto de alcanzar los 21 pesos, promedio, por kilogramo en todo el territorio nacional.
En el caso del huevo, otro alimento básico en la dieta de los mexicanos, el aumento en lo que va de esta administración ha sido de 57.14 por ciento para el caso del blanco y de 53.33 para el rojo.
Mientras que, durante la primera parte del año, en los mercados el blanquillo ha tenido un aumento de 8.53 por ciento, en las tiendas de abarrotes, ha sido de 4.93 por ciento y en las de autoservicio de 4.98 por ciento.
El pollo, una de las principales proteínas consumidas por los hogares de menores ingresos, de acuerdo con información de la Secretaría de Economía, el precio de la pechuga registró un aumento de 181 por ciento en lo que va de este Gobierno, al pasar de 64 pesos, a 180 pesos el kilogramo.
La pierna y muslo tiene un alza de 68.5 por ciento en el mismo periodo de referencia, con un incremento de 35 pesos por kilo, a 59 pesos; incluso hasta las menudencias y vísceras registran alza de 25 por ciento, ya que pasaron de ocho a diez pesos el kilogramo.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) reportó que de enero del 2019 y hasta enero de este año, la carne de pollo presentó un alza de 79.73 por ciento, mientras que el precio del huevo subió 14.92 por ciento.
Explicó que alza en los precios de pollo y el huevo de 36.6 por ciento y 26.7 por ciento, respectivamente de enero de 2019 a enero de este año, se situó arriba del incremento en el precio de los alimentos que fue de 21.2 por ciento y de la inflación general que fue de 14.5 por ciento.
El alza en los precios de pollo y huevo en ese momento se debió principalmente al crecimiento acelerado en el precio de los principales insumos, mismos que registraron mayores incrementos al iniciar la guerra en Europa, expuso el organismo.
En el periodo de tiempo de enero de 2019, al mismo mes del 2022, el precio del maíz en dólares creció 56.8 por ciento, el de la pasta de soya lo hizo en 30.6 por ciento, el tipo de cambio subió 4.4 por ciento, la gasolina en 15.9 por ciento, el diésel en 9.2 por ciento y el gas LP en 94.5 por ciento.
Asimismo, el transporte marítimo de granos se elevó 51.7 por ciento de Nueva Orleans a Veracruz y el ferroviario en promedio subió 4.2 por ciento de las principales zonas productoras de Estados Unidos, a las regiones consumidoras de México, afectando así los precios que pagan los productores.
Es importante recordar que actualmente, al cierre de junio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor acumuló 7.99 por ciento, anotando así el mayor aumento en los últimos 21 años.
El próximo viernes 22 se dará a conocer el índice de inflación durante la primera quincena de julio. Al respecto, Grupo Financiero Bx+, consideró que el panorama para la inflación es altamente incierto por lo que los bancos centrales, incluyendo al Banco de México (Banxico) y la Reserva Federal (Fed), “seguirán actuando con fuerza”.
“Estimamos que los altos niveles de inflación y el agresivo apretamiento monetario del Banxico, la Fed y otros bancos centrales lastimen la expansión de la demanda interna y externa”, expuso en su reporte semanal.
Derivado de estos incrementos, la Iniciativa Privada señaló que derivado de los resultados limitados del Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), la posibilidad de que el Gobierno amplíe los productos incluidos en esta canasta básica recurriendo, tarde o temprano, a controles en los precios de productos básicos, es preocupante.
Asimismo, dijo que es necesario evitar aumentos excesivos de precios administrados superiores a los aumentos generales de los precios, para evitar la formación de inercia inflacionaria, lo cual incluye el salario mínimo. “Lo aconsejable es que su revisión para el próximo año no exceda la inflación anual registrada”, destacó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).