El peso mexicano se está desempeñando mejor que cualquier otra moneda de una economía emergente y Wall Street está sorprendido. El país ha tenido un crecimiento decepcionante desde 2019, no ha recuperado del todo su actividad económica perdida en la pandemia, y sus perspectivas a futuro no son particularmente brillantes. Sin embargo, la apreciación de su divisa destaca entre sus pares. Es en este contexto que expertos y operadores del mercado difieren en sus apuestas a futuro para la moneda.
Esta semana, economistas del banco de inversión Bank of America (BofA) publicaron un reporte anunciando que la fortaleza del “súper peso”, el cual estiman que se ha apreciado contra el dólar en un 17,5% desde abril de 2020, permanecerá. “El resultado es sorprendente en la medida en que el crecimiento de México ha sido débil y la incertidumbre política sigue siendo alta”, escribieron los economistas Carlos Capistrán, Christian González y Claudio Irigoyen. México apenas escapó de una recesión técnica en el segundo semestre de 2021, enfatizaron, y la economía hoy está estancada. Además, las iniciativas que el presidente López Obrador ha enviado al Congreso para limitar la inversión privada han generado incertidumbre, agregaron.
Sin embargo, uno de los factores que hoy contribuyen al fortalecimiento del peso mexicano fue una decisión del Gobierno de López Obrador, coinciden analistas. A diferencia de países que implementaron amplios programas de ayudas sociales, el presidente resistió presiones y se rehusó a incrementar el gasto para contener la deuda. “Un balance primario ajustado ha ayudado a México a mantener la deuda del sector público por debajo del 50% del PIB”, escribió BofA. “Una postura fiscal estricta es algo que gusta a los inversores en los mercados de renta fija. También ha mantenido a raya a las agencias de calificación”, agregaron los analistas.
Rodolfo Navarrete, director de análisis y estrategia de inversión en Vector Casa de Bolsa, coincide con este análisis: “Muchos economistas le estaban exigiendo al gobierno que incrementara el gasto en la covid y el gobierno no lo hizo y es probable que le salió bien la jugada. Es probable, además, que el hecho de que no haya apoyado en la época de la pandemia implicó que la economía cayera más de lo que tendría que haber caído, pero eso no está suficientemente claro”.
La política monetaria también ha impulsado la moneda. El Banco de México ha incrementado su tasa de interésreferencia consistentemente desde mediados del año pasado para hacer frente a la inflación derivada de la pandemia y los estímulos económicos en países desarrollados. La tasa de interés en México pasó del 4% en marzo del año pasado al 7% actual.
Cuando de apostar al futuro se trata, Wall Street está más dividido. Navarrete sostiene que el peso se mantendrá cerca de su nivel actual, por debajo de los 20 pesos por dólar, el resto del año, mientras que BofA espera una leve depreciación hasta llegar a 21 pesos por dólar a finales de este año y 22 pesos por dólar en 2023. Luciano Rostagno, estratega de mercados del banco Mizuho en Brasil, también ve el peso tocando el nivel de 21 este año y argumenta que el precio actual no está incorporando las débiles perspectivas económicas del país.
“Mi modelo sugiere que el peso mexicano está sobrevaluando por 13% relativo a una canasta de monedas de mercados emergentes”, dice Rostagno al teléfono desde São Paulo. “No espero que el peso se aprecie más allá de lo que está ahora por dos razones: la primera es el nuevo ciclo de alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos, que le quitará un poco de brillo al peso; y la segunda es que la economía mexicana no crecerá mucho este año. Esto es porque el Gobierno continúa con una política fiscal apretada, de bajo gasto”.
Esto quiere decir, explica Rostagno, que la misma estrategia fiscal de austeridad que hoy impulsa la moneda pudiera terminar limitando su apreciación si resultara que la economía no crece porque el Gobierno no gasta.