Juan Javier Gómez Cazarín*
A mediados de mayo presenté una iniciativa para reformar la composición del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa de Veracruz (TEJAV). Y no fue una puntada que se me ocurrió así nomás. Resulta que tenemos uno de los Tribunales estatales de Justicia Administrativa más ineficaces del país.
No es culpa de las magistradas y los magistrados actuales, sino de la composición de nuestro Tribunal: su tamaño, pero también su diseño.
Algo muy importante: ese Tribunal es el encargado de las sanciones administrativas contra los malos funcionarios. Los delitos –peculado, por ejemplo- los persigue la Fiscalía, pero las sanciones administrativas –de manera destacada, las inhabilitaciones- las dirime el Tribunal.
Resulta que nuestro Tribunal ¡no tiene una sala especializada en responsabilidades administrativas! Yo pienso que ¡urge crearla! El Tribunal es una parte fundamental del combate a la corrupción y lo hemos estado mandando a la guerra sin fusil.
El TEJAV ha funcionado los últimos cuatro años con unas cifras de productividad lamentables en comparación con otros Tribunales homólogos en el país a causa de su estructura insuficiente.
Lo he dicho siempre: las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias.
Jalisco tiene nueve millones de habitantes, un millón más que Veracruz. Su Tribunal tiene nueve magistraturas y en el 2021 admitió 27 mil 642 demandas. Ese mismo año, dictó 20 mil 365 sentencias. O sea que tuvo 73 por ciento de productividad.
La Ciudad de México también tiene nueve millones de habitantes, pero su Tribunal tiene 15 magistraturas. En el 2021 admitió 12 mil 560 demandas y dictó 11 mil 345 sentencias. Su productividad fue de 90 por ciento. Obvio, más magistrados sacan la chamba más rápido.
Veracruz tiene ocho millones de habitantes. Nuestro TEJAV tiene cuatro magistraturas pero, además, de esos cuatro, tres hacen la chamba de las salas regionales. En todo el 2021 admitieron mil 323 demandas –ojo: en Jalisco son 2 mil 300 al mes y en la Ciudad de México poco más de mil al mes-. En ese mismo año dictaron apenas 712 sentencias, con una productividad de menos del 54 por ciento.
(Aquí hay que aclarar que más demandas no significa que sea bueno, porque implica que la gente se queja más de sus gobiernos locales, por ejemplo en multas y clausuras injustas. Así que las cifras de Jalisco tampoco son ningún orgullo. Pero como dice la Nana Goya, esa es otra historia).
Mi propuesta duplicaría el número de magistrados y crearía una ponencia y una sala especializada en responsabilidades administrativas.
La iniciativa que presenté es una Reforma Constitucional. Significa que necesitamos los votos de otros grupos legislativos para aprobarla. Pero yo me pregunto ¿qué partido, bancada, diputada o diputado podría estar en contra de esto?
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.