Autoridades de la provincia de Jiangsu, en el este de China, investigan el caso de una mujer encadenada por el cuello y que se sospecha, pudo ser víctima de tráfico de personas.
Fue en enero cuando una persona difundió en redes sociales imágenes de una mujer con una cadena atada al cuello y al interior de un pequeño cuarto.
La mujer vestía ropa ligera a pesar del intenso frío en el condado de Fengxian.
Tras la viralización de la grabación y la presión mediática las autoridades de la región decidieron abrir una investigación.
A finales de enero el condado de Fengxian identificó a la mujer con el apellido Yang y detalló que estaba casada con un aldeano de nombre Dong.
El esposo dijo que su familia había encadenado a Yang por su estado mental inestable.
Dos días después la mujer fue hallada deambulando y mendigando en la calle, y su suegro tuvo que llevarla de regreso a su casa.
Para el 7 de febrero autoridades de la ciudad de Xuzhou señalaron que Yang era originaria de una aldea remota en la provincia de Yunnan.
La mujer había sido llevada a Jiangsu por una mujer de apellido Sang para supuestamente tratarla por la enfermedad mental que padece, sin embargo, se perdió y Sang no denunció su desaparición.
El 10 de febrero el gobierno de Xuzhou confirmó la identidad de Yang mediante una prueba de ADN con su hermana y dio a conocer las detenciones del esposo, Dong, así como de Sang y el marido de esta por presunta trata de personas.
Se descubrió además que la mujer dio a luz a ocho hijos, mismos que recibirán apoyo para ir a la escuela. También se apoyará a la familia de Yang en Yunnan.
Con información de Global Times