De acuerdo con BofA Securities no toda la inflación en México se debe a cuestiones externas y, a pesar del bajo crecimiento económico seguirá al alza en los precios impulsada por la combinación de una menor capacidad de producción y grandes montos de remesas.
En un reporte titulado “México tiene un problema local de inflación”, el área de análisis del banco de inversión, indicó que la inflación interna (definida como subyacente) que está en 5.8% anual y contribuye con más de 40% a la inflación general del país, mantiene una tendencia alcista.
Destacan que, a diferencia de Estados Unidos, la percepción general (compartida incluso por el banco central) es que el mercado laboral en México no está ajustado, que el país sigue produciendo por debajo de su nivel previo a la pandemia y ha estado creciendo a tasas relativamente bajas, lo que los lleva a concluir que el mercado de bienes aún tiene cierta holgura.
Fue en los mercados de bienes y el laboral donde encontraron las evidencias de que México se puede estar sobrecalentando, a pesar de las bajas tasas de crecimiento, lo que explicaría por qué la inflación interna es tan alta.
El sobrecalentamiento vendría de una combinación de destrucción de la oferta, y un aumento en la demanda, debido a los grandes montos de remesas recibidas.
Así, tenemos que por el lado de la oferta, la inversión ha sido débil, desde fines del 2018, a lo que hay que sumar la nula ayuda fiscal a las empresas durante la pandemia.
Por el lado de la demanda, el aumento constante que registra la entrada de remesas puede estar jugando un papel importante. Las remesas aumentaron en casi 2 puntos porcentuales del PIB.
El documento de BofA destaca que los destinatarios de las remesas tienden a ser personas pobres con restricciones crediticias, por lo que cada dólar de remesa que reciben es gastado, estimulado la demanda.
Los riesgos
Los analistas mencionan como riesgo principal el hecho de que México introdujo dos rigideces que harán que la inflación sea menos flexible a la baja.
Uno es el subsidio a gasolina. Argumentan que cuando los precios de la gasolina bajen a nivel mundial, en México los precios nominales de la gasolina probablemente no caigan, para que el gobierno pueda recuperar parte de los ingresos que ha dejado de recibir por los estímulos fiscales a las gasolinas.
El segundo es la indexación del salario mínimo a la inflación en el 2019.
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