Al respecto el Ing. Ignacio Herrera López, Director de Desarrollo Económico, sostuvo que el curso va dirigido principalmente a productores de chayote que utilizan estiércol y gallinaza como abono para sus cultivos y, fue impartido por el Master en Ciencias de la UV, José Crisóforo González Ruperto.
El curso puntualizó que tiene por objetivo frenar la proliferación de moscas y el incremento de enfermedades en la congregación de Cuautlapan, y ello dijo que se va a lograr si el sector chayotero maneja correctamente los abonos; en este caso el estiércol de gallina o de pollo.
De entrada dijo, que entregaron trípticos a los productores de chayote en el que se muestra cuál es el uso correcto y manejo de la gallinaza y por otro lado dijo que están creando conciencia a través de cursos de manera directa entre autoridades y productores.
“El manejo adecuado de la gallinaza es de suma importancia para controlar las poblaciones de moscas, la gallinaza fresca por lo general contiene de 60 a 80 por ciento de humedad; de ahí que se reproduzcan fácilmente estos insectos”, indicó.
En este contexto piden a los productores someter la gallinaza a un proceso de secado, la humedad por debajo del 50 por ciento es menos propicia para que se reproduzcan las moscas y esto no ocurre con una humedad de 30 por ciento o inferior.
En relación a como transportar dicho abono, dijo que debe ser en medios cerrados y al verterla en los cultivos cubrirla en dado caso de que no hagan el proceso de secado o la conviertan en composta.
Finalmente el coordinador de salud, Rubén Acosta Santamaría añadió que es de suma importancia que el sector campesino particularmente los chayoteros hagan buen uso de los abonos para evitar poblaciones de moscas que propicien enfermedades como la salmonelosis o enfermedades gastrointestinales.