POLITICA ENERGETICA, CLAVE PARA AMLO
Es honesta al reconocer que en seis años será difícil lograr una transformación total de la política energética del país, pero sí que se podrán conseguir importantes avances cuyos objetivos van encaminados a frenar el acelerado incremento en el precio de la gasolina entre otros grandes pendientes en la materia.
Y es que además, aunque mucho han sido criticado pues parecería un sueño, en MORENA el proyecto busca prácticamente reducir a cero en tres años, la venta de petróleo para transformarlo en derivados y obtener mucho mayores ganancias y otras acciones concretas que permitan precisamente disminuir el costo y precio al público de la gasolina.
Propuesta para la Secretaría de Energía en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador, la diputada federal, Rocío Nahle García demuestra que no solo es “entrona” desde la tribuna del congreso federal, y “buena” para debatir ideas o enfrentar a los de la “mafia del poder” sino que tiene los conocimientos y convicción necesarios para cumplir con las ofertas en materia energética.
Ya en corto como se dice, vende muy bien las propuestas porque sustenta los temas. Sabe de lo que está hablando incluso de la tecnología para operar los pozos, de la contaminación que produce la exploración y perforación de los yacimientos, y de su sobre explotación. Sin dejar de lado la especulación con el suelo mexicano en manos de las trasnacionales.
Y es que Nahle advierte también, cuando habla frente a distintas audiencias, que sí se trata de un grave problema. Tan grave que, afirma, no será fácil remediarlo, es un tema muy complejo como el de la misma contaminación del agua y mares provocado por anteponer los intereses del “negocio” de Estado.
Pero que de entrada se pondrá un supervisor en cada zona de trabajo donde las empresas petroleras sacan el combustible y también se revisará las cantidad de extracción pues actualmente nadie ve que se cumplan esos contratos que les ha cedido el gobierno mexicano en forma discrecional.
Escucharla es una auténtica cátedra sobre la política energética puesto que no es lo mismo verla desde una tribuna o a través de televisión que el convencimiento basado con argumentos e ideas sobre el tema para entender la dimensión de esta problemática.
Nahle asegura que bajar la gasolina no es una utopía o un loco sueño de MORENA. Y sería lo inmediato que haría el gobierno, porque a Pemex le cuesta ocho pesos producir el combustible pero está cargado de impuestos. Y es mejor para el “negocio” seguir importando que invertir en la modernización de los complejos para refinarla.
Además que sin populismo como se acusa, cuando se cita a ese país como ejemplo, pues cuentan con la segunda refinería más grande, en Venezuela la gasolina es la más barata del orbe, mientras que en México son tres entre ellos el Impuesto al Valor Agregado, y junto a él está el IEPS (Impuesto Especial sobre Productos y Servicios) que la encarecen y hace este mercado catastrófico.
La candidata al Senado, a donde de ganar llegaría el 1 de septiembre, y de ser López Obrador el Presidente de la República pasaría a ocupar la secretaría de Energía a partir del 1 de diciembre, busca perfeccionar cada vez más sus conocimientos sobre el tema pues es en ella en quien AMLO ha depositado su confianza para dirigir la política energética de este país.
Es por ello que Nahle asiste, en cada oportunidad, a cumbres y foros sobre el tema a nivel mundial. Como en Arabia Saudita o a China, donde recorrieron una enorme refinería tan bien construida que parecía, según explica, que ni siquiera estaba funcionando por su estructura compacta y silenciosa. Y de donde se empapa de los proyectos.
Hoy, un periódico nacional constantemente critica el proyecto de reducir de precio a la gasolina, y se le inquiere el por qué la crítica, pero reafirma que es una realidad y es posible pues optimizar el costo de la producción que se puede obtener además con las multi anunciadas dos nuevas refinerías.
En la ronda de temas, salta también que el mayor de los problemas del sector tiene su causa intestina en la corrupción y la impunidad, que ha dado paso a engendrar desde dentro la imparable “ordeña” y a la vez compra de gasolina robada en las estaciones de servicio, en un negocio también de “Estado”, fomentado desde el sexenio de Vicente Fox y recrudecido con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Funcionarios de alto nivel son dueños de tasolineras que venden el producto robado.
La gasolina como el gas son un negocio del Estado insiste una y otra vez la diputada con licencia. Y por esa simple razón, desde el Estado se podrá combatir esos males que tanto daño le causan a la economía del país.
México, aseguraría en su exposición en el corporativo IMAGEN, ha renunciado al poder que da el petróleo, y al que no han renunciado otros países que saben que ese es su mayor fortaleza como la misma Venezuela.
Se podría, sin duda, pasar todo un día hablando del completo tema energético que bien maneja la candidata a senadora y que, sin apasionamientos diría un colega, podría acotar todos los tema sobre las problemáticas y beneficios que este sector le puede dar a México pero que en los últimos sexenios el gobierno en materia de energía ha dado al traste en la política empleada.