YUNES Y EPN. PROPUESTA INDECOROSA?
A unas horas de haber dado su discurso, las reacciones que despertó con sus líneas el gobernador Miguel Angel Yunes Linares no se hicieron esperar. Y para analistas, propios y extraños, revisar las directrices del mensaje político del mandatario veracruzano no fue tan fácil.
Durante la inauguración del almacén granelero de la paraestatal Diconsa por parte del Presidente Enrique Peña Nieto el supuesto discurso que aparentemente, según algunas conclusiones, los confrontó, despertó suspicacias. Ante las distintas interpretaciones que ayer mismo empezaron a circular lo primero que hay que dejar en claro es que Yunes Linares no es un improvisado.
Por ello hay que decir que el gobernador que aspiraba a serlo desde hace poco más de 18 años, mismo tiempo en el que Andrés Manuel López Obrador ha anhelado e intentado ser Presidente de la República, tiene 49 años dentro de la política y 35 años fueron dentro del partido tricolor al que Peña Nieto pertenece.
En el 2004 siendo líder nacional del PRI, Roberto Madrazo, el ahora líder moral y jerarca de las estructura del PAN en Veracruz, renunció a sus tres décadas y media como militante de ese partido en el que, según las fechas que manejó entonces en su propia carta de renuncia, incursionó desde los 15 años.
Así pues, Yunes no es nuevo en el oficio, por ello, quienes pensaron que el discurso de ayer fue un mensaje de ruptura con el Jefe de las Instituciones están equivocados. No se trata de enfrentarse al Presidente de la República aún cuando le quedan poco más de 8 meses en el gobierno. Es algo que aprendió muy bien en su prolongada carrera como político y como servidor público por cierto durante muchos años en el régimen federal priista.
Incluso hubo quienes tomaron sus ideas externadas en torno al proceso electoral y tácitamente sobre los candidatos presidenciales como una amenaza velada a Peña, al afirmar que “hay 6 millones de veracruzanos que emitirán su voto con libertad”. Y que “no lo harán por quien haga más denuncias contra otro tratando de hacerlo pasar como el hombre más rico del país”.
Nada de eso. Simplemente Yunes Linares sabe perfectamente el juego de la política. Y si hubiera querido marcar su territorio o pintar su raya ante el Presidente, no lo haría en público, para ello en una visita tiene tiempo y el momento indicado para hacerlo en corto, en privado.
Tampoco será menos inteligente para una confrontación, si como se afirma, en la PGR duerme un expediente completo en su contra muy bien integrado que en su momento el ahora preso ex gobernador, Javier Duarte le entregaría a Peña en una de sus últimas visitas, se cree que esto ocurrió en un acto de la Marina en Antón Lizardo cercano a las elecciones históricas en las que el PRI perdió el poder en esta entidad.
Lo de “tigres de papel” y la aparente crítica a Anaya, y los atributos que luego enlistó de un personaje por el que los veracruzanos habrán de votar, solo fueron, sin duda, una especie de juego de palabras e ideas para demostrarle, según politólogos, que están en una sintonía similar con Peña Nieto.
Incluso otra postura es que el mensaje con líneas duras y en el que inadecuadamente se abordó el tema electorero, no fue sino para demostrarle a Ricardo Anaya que también le pueda “echar” flores aún teniendo enfrente del mexiquense. Pero aquí se despierta más recelo.
Y es que hasta se atrevió a empeñar tácitamente el voto de los veracruzanos y en referencia a Andrés Manuel sobre que ya les mandó “tigres pero fueron tigras de papel” y que fueron enjaulados,
Por ello, si de simulaciones se trata, también EPN le entró al quite y pudo ser cuando le refutó en forma de broma lo siguiente:
“Sólo veo un candidato” con la honradez, experiencia, honorabilidad, confianza y garantía de llevar a México por un rumbo de estabilidad y orden.
“Y a lo mejor el gobernador (Miguel Ángel Yunes) y yo pensamos en un personaje distinto, se vale. Estos atributos él a lo mejor los ve en uno y yo los veo en otro, y ustedes lo saben, yo los veo en uno y sólo en uno”.
Así, el intercambio de epístolas encubiertas en Perote, la tierra, por si algo faltaba, del candidato del PRI a la gubernatura, José Francisco Yunes Zorrilla