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Por: SILVERIO QUEVEDO ELOX
Mal y de malas el alcalde Fernando Yunes
Además del mal manejo que ha hecho de la pandemia coronavirus el cual ha sido criticado por la propia iglesia católica, por encabezar el número de defunciones y de casos activos a nivel estatal, al alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, le llueve sobre mojado.
Y es que la temporada de huracanes lo alcanzó en su etapa más álgida, ya la que terminó fue una semana negra, porque en redes sociales los ciudadanos reclamaron el desazolve del canal de La Zamorana que afecta a un gran número de colonias porteñas.
Luego el propio municipio a través de sus cuentas dio a conocer que ya había empezado los trabajos de limpieza, aunque por supuesto no faltó quien dijera que fue tarde.
Y es que además de que los servicios municipales han sido descuidados en esta pandemia también es un hecho que Yunes Márquez está distraído, pensando más en su futuro político que en la administración que encabeza.
Aseguran analistas que se le ve aislado de su partido, de su homólogo vecino, incluso de su hermano mayor Miguel Ángel Yunes Márquez, pues públicamente ya anunció que buscará la candidatura a la gubernatura lo que implica disputársela a su “carnal” que aunque ya la perdió en 2018 es para muchos el aspirantes más fuerte para el 2024.
Incluso el frente más abierto al interior de Acción Nacional es con el diputado Bingen Rementería, pues la sucesión municipal está en juego y definitivamente no es su gallo.
Más bien Fernando Yunes, quien en alguna ocasión presumiera en una entrevista ser el más afable que su familia, ahora ha asumido una postura de confrontación, lanzando golpes mediáticos, adoptando una actitud de alcalde camorrero.
Por ejemplo a mitad de la semana dijo en una colonia que le iba a pagar 10 mil pesos a quien le mostrara las obras está haciendo el Gobierno del Estado, al presumir que el único que hace obras en el municipio es el ayuntamiento.
La consecuencia vino después, y es que de pronto apareció un video en redes sociales donde se detallan las inversiones que ha realizado el gobierno estatal en diversas obras como: agua potable, educación, pavimentación, entre otras.
El asunto se puso más serio cuando el secretario de educación Zenyazen Escobar lanzó un twitt que dice: “Primero les sorprende que estemos haciendo tanta obra e intentan mal informar, pero cuando se aplican los recursos para lo que son, alcanza para eso y más. Ahora dicen que no hay acciones del Gobierno del Estado, les demostramos que las hay”.
El tema no se quedó ahí, pues circularon capturas de pantalla de que hubo gente que le mandó mensajes a Fernando Yunes Márquez para cobrar sus 10 mil pesos, poniendo como prueba el video.
Y con la fama de inquietos que tienen los jarochos no faltará que algunos ciudadanos vayan al Palacio Municipal a querer cobrar su lana, lo que obligaría al edil a salir corriendo por la puerta trasera.
Sea lo que sea, parece que el munícipe no midió bien el impacto mediático y a través de redes en la opinión pública.
MUY EN CORTO
COMIDA CHATARRA, EL DISCURSO DE LÍDERES. Fue el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell quien comparó el ingerir refrescos industrializados con beber “veneno embotellado”. Lo hizo en Chiapas, donde ejemplificó, que en algunas comunidades y zonas indígenas, no beben agua, sino ese producto con un alto nivel de azúcares dañinos a la salud.
Junto con estas afirmaciones hace unas semanas vino la aprobación de una Ley para prohibir la venta de este tipo de productos a los menores de edad en el estado de Oaxaca, luego Tabasco se sumó al anunciar que haría lo propio y no se descarta que en otros estados, incluso en Veracruz, que se esté “cocinando” en los congresos emitir la prohibición.
Entonces, se desencadenó una ola de reacciones a favor y en contra de los dichos del funcionario público. Lo mismo con esta medida sobre productos como frituras embolsadas y alimentos considerados con este calificativo por su alto contenido calórico y bajo o nula aportación proteínica. Una de las voces autorizadas a favor fue el doctor Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Llama la atención porque este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronuncia por evitar este tipo de alimentación, y en cambio comer frutas y verduras. Parece que el tema está permeando en las autoridades pues se trae en la agenda, pero no se ve un cauce adecuado para su trato o una solución definitiva.
Atender esta problemática en México es como el grave conflicto de salud por el padecimiento del cáncer y de la misma obesidad o diabetes. Son males muy serios y perjudicialmente avanzados.
El Obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino retomó el tema al señalar que además de la comida chatarra se trata de una cultura de mala alimentación entre los ciudadanos. Y que incluso, hay lugares donde no existe agua potable y la facilidad de tomar el refresco más a la mano, las hace su bebida y comida preferida.
En tanto, además de descalificar ese tipo de productos, se trata de hacer ejercicios y de promover desde la educación primaria o secundaria campañas de alimentación sana. Lo cual parece muy sensato y sin duda, se trata de un problema que tiene mucho de fondo y de grandes intereses económicos.
Uno de ellos, es el gran acierto empresarial –solo viéndolo en ese sentido- de instalar un Oxxo en cada poblado sin hablar de la proliferación en ciudades. Y donde ahora hay más tiendas de esta cadena que iglesias o escuelas, un fenómeno que antes no existía, y en estos se encuentra todo tipo de productos. Lo mismo es durante las carreteras donde los viajeros hayan este tipo de oasis en cada comunidad o gasolinera. Todo a la mano.