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En un oscuro acuerdo desde el Congreso del Estado, el actual presidente del Sistema Estatal Anticorrupción, SEA, Sergio Vázquez Jiménez, pretende impulsar a su hermano para dirigir el Organo de Fiscalización Superior, ORFIS.
Los Contralores de los diversos órganos autónomos y entidades que no están sujetos a las órdenes del Poder Ejecutivo fueron designados en negociación entre partidos, repartiendo el pastel, es decir las posiciones entre todos, PRI, PAN, MORENA, entre otros.
Recientemente Vázquez Jiménez se ha mostrado más que interesado en expresar que estarán atentos a los resultados de al menos dos entes en cuanto al desempeño de sus titulares. Parecería que trae línea.
Este lunes el titular del SEA, vertió nuevas declaraciones mediáticas sobre su “gran preocupación”: “En el combate a la corrupción, el tema de fiscalización y revisión en tiempo real del manejo de los recursos públicos es fundamental, por lo que se hace necesario que se evalúe el trabajo que realiza el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) y la propia Contraloría General del Estado”.
Cabe recordar que Orfis y la Contraloría son parte de los seis entes que conforman al Sistema. Es decir que, palabras más o menos, el presidente del mismo busca auditar a los auditores, en cuanto a su desempeño.
Y esto no está nada mal. Más aún cuando en ocasiones se ha cuestionado sobre el hecho de quiénes supervisan a los responsables de auditar las cuentas públicas o el buen manejo de los recursos como es el caso de la Contraloría, pero el tema aquí es que esto lleva trasfondo.
El conflicto de interés sale por varios lados. Por un lado en la Contraloría del Estado su titular Lasly Garibo Puga mantiene estrechos vínculos familiares con el secretario de Gobierno, puesto que según las versiones, sería pareja del hermano de éste.
Y quien por cierto, se sabe, en corto, a los allegados, narra una especie de acoso en sus funciones, de exigencias precisamente desde Palacio de Gobierno para con su trabajo, no importando que tiene todas las confianzas del gobernador, Cuitláhuac García.
Pero tema aparte. El otro gran conflicto de interés es precisamente el del Presidente del SEA, quien este mismo lunes agregaría en sus gustadas apariciones mediáticas:
“Por lo anterior, dentro del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) se hará una evaluación del trabajo que viene realizando el auditor general, Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, lo mismo que a la contralora General, Lesly Garibo Puga.
El presidente del SEA, Sergio Vázquez Jiménez, quien se pronunció en contra de la reelección del Auditor al interior del Orfis, comentó que se tendrá que revisar el trabajo que ha venido realizando desde la Cámara local y desde el propio Sistema”.
Cuál es objetivo real?. Esa preocupación no es otra cosa que más de lo mismo por lo que ha sido acusado, incluso al interior del Sistema que representa. El nepotismo o preferencias en contrataciones de gente sin capacidad ni el perfil adecuado.
Pero aquí el asunto va más allá. Se trata de su hermano al que pretende ubicar en el “hueso mayor” que significa el Orfis. Y para ello, en una incongruente decisión, puesto que al primero se le ha ubicado con vínculos panistas, Y aún así logró posicionar a su consanguíneo, Emmanuel Vázquez Jiménez como avanzada en el órgano de Fiscalización para ahora buscar hacerlo su titular.
Y si este gobierno está basado a no permitir corruptelas, y como dijo Andrés Manuel López Obrador, a no ser tapadera de nadie, menos de los gobiernos del pasado, que en el caso de Miguel Angel Yunes Linares fueron dos años de gestión, parece que en este caso van en sentido contrario.
Pues haber enviado como Contralor a Emmanuel Vázquez no sería otra cosa sino tener maniatado a los responsables del Orfis para operar en contra de Yunes y las últimas dos cuentas públicas 2017 y 2018. Y es que este personaje se convierte prácticamente en una pistola apuntando a la cabeza de los auditores del Orfis al manejar la Contraloría Interna.
Llama la atención pues que Sergio Vázquez haga alarde que “desde campaña Morena ha mantenido un discurso de abatir la corrupción por lo que es necesario empezar a evaluar los resultados del SEA en la entidad”, pero no habla de que el nepotismo tampoco tiene cabida, o en su caso, conflicto de intereses.
Y en ese sentido pretenda, sin importar la ética y la moral, colocar a su hermano al frente del organismo fiscalizador.
Hay que recordar que hace poco fue acusado por actos de corrupción por lo que los seis entes públicos que lo conforman rechazaron la terna propuesta por el Comité de Participación Ciudadana para ocupar el cargo de Secretario Técnico de la Secretaría Ejecutiva.
Entonces se reveló que dicha terna fue un acuerdo en lo oscuro entre el Comité Ciudadano y el Presidente Órgano de Gobierno, Sergio Vázquez Jiménez a quien el ahora ex Secretario Técnico interino, Guadalupe Noé Hernández Martínez acusó de contratar a personal que no cubre el perfil para los cargos.
Vaya, vaya.
Por: SILVERIO QUEVEDO ELOX
SERGIO VAZQUEZ, CUESTIONADA MORAL
En un oscuro acuerdo desde el Congreso del Estado, el actual presidente del Sistema Estatal Anticorrupción, SEA, Sergio Vázquez Jiménez, pretende impulsar a su hermano para dirigir el Organo de Fiscalización Superior, ORFIS.
Los Contralores de los diversos órganos autónomos y entidades que no están sujetos a las órdenes del Poder Ejecutivo fueron designados en negociación entre partidos, repartiendo el pastel, es decir las posiciones entre todos, PRI, PAN, MORENA, entre otros.
Recientemente Vázquez Jiménez se ha mostrado más que interesado en expresar que estarán atentos a los resultados de al menos dos entes en cuanto al desempeño de sus titulares. Parecería que trae línea.
Este lunes el titular del SEA, vertió nuevas declaraciones mediáticas sobre su “gran preocupación”: “En el combate a la corrupción, el tema de fiscalización y revisión en tiempo real del manejo de los recursos públicos es fundamental, por lo que se hace necesario que se evalúe el trabajo que realiza el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) y la propia Contraloría General del Estado”.
Cabe recordar que Orfis y la Contraloría son parte de los seis entes que conforman al Sistema. Es decir que, palabras más o menos, el presidente del mismo busca auditar a los auditores, en cuanto a su desempeño.
Y esto no está nada mal. Más aún cuando en ocasiones se ha cuestionado sobre el hecho de quiénes supervisan a los responsables de auditar las cuentas públicas o el buen manejo de los recursos como es el caso de la Contraloría, pero el tema aquí es que esto lleva trasfondo.
El conflicto de interés sale por varios lados. Por un lado en la Contraloría del Estado su titular Lasly Garibo Puga mantiene estrechos vínculos familiares con el secretario de Gobierno, puesto que según las versiones, sería pareja del hermano de éste.
Y quien por cierto, se sabe, en corto, a los allegados, narra una especie de acoso en sus funciones, de exigencias precisamente desde Palacio de Gobierno para con su trabajo, no importando que tiene todas las confianzas del gobernador, Cuitláhuac García.
Pero tema aparte. El otro gran conflicto de interés es precisamente el del Presidente del SEA, quien este mismo lunes agregaría en sus gustadas apariciones mediáticas:
“Por lo anterior, dentro del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) se hará una evaluación del trabajo que viene realizando el auditor general, Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, lo mismo que a la contralora General, Lesly Garibo Puga.
El presidente del SEA, Sergio Vázquez Jiménez, quien se pronunció en contra de la reelección del Auditor al interior del Orfis, comentó que se tendrá que revisar el trabajo que ha venido realizando desde la Cámara local y desde el propio Sistema”.
Cuál es objetivo real?. Esa preocupación no es otra cosa que más de lo mismo por lo que ha sido acusado, incluso al interior del Sistema que representa. El nepotismo o preferencias en contrataciones de gente sin capacidad ni el perfil adecuado.
Pero aquí el asunto va más allá. Se trata de su hermano al que pretende ubicar en el “hueso mayor” que significa el Orfis. Y para ello, en una incongruente decisión, puesto que al primero se le ha ubicado con vínculos panistas, Y aún así logró posicionar a su consanguíneo, Emmanuel Vázquez Jiménez como avanzada en el órgano de Fiscalización para ahora buscar hacerlo su titular.
Y si este gobierno está basado a no permitir corruptelas, y como dijo Andrés Manuel López Obrador, a no ser tapadera de nadie, menos de los gobiernos del pasado, que en el caso de Miguel Angel Yunes Linares fueron dos años de gestión, parece que en este caso van en sentido contrario.
Pues haber enviado como Contralor a Emmanuel Vázquez no sería otra cosa sino tener maniatado a los responsables del Orfis para operar en contra de Yunes y las últimas dos cuentas públicas 2017 y 2018. Y es que este personaje se convierte prácticamente en una pistola apuntando a la cabeza de los auditores del Orfis al manejar la Contraloría Interna.
Llama la atención pues que Sergio Vázquez haga alarde que “desde campaña Morena ha mantenido un discurso de abatir la corrupción por lo que es necesario empezar a evaluar los resultados del SEA en la entidad”, pero no habla de que el nepotismo tampoco tiene cabida, o en su caso, conflicto de intereses.
Y en ese sentido pretenda, sin importar la ética y la moral, colocar a su hermano al frente del organismo fiscalizador.
Hay que recordar que hace poco fue acusado por actos de corrupción por lo que los seis entes públicos que lo conforman rechazaron la terna propuesta por el Comité de Participación Ciudadana para ocupar el cargo de Secretario Técnico de la Secretaría Ejecutiva.
Entonces se reveló que dicha terna fue un acuerdo en lo oscuro entre el Comité Ciudadano y el Presidente Órgano de Gobierno, Sergio Vázquez Jiménez a quien el ahora ex Secretario Técnico interino, Guadalupe Noé Hernández Martínez acusó de contratar a personal que no cubre el perfil para los cargos.
Vaya, vaya.