MORENA DESCUIDA EL REBAÑO
Varios son los alcaldes que han externado sus quejas contra algunos representantes legislativos de Morena que son diputados federales y están en funciones desde hace casi cinco meses, y quienes después de verse solícitos al principio de su gestión, hoy se han desconectado por completo, dejando al garete las demandas y solicitudes de apoyo de los munícipes.
Ejemplo de esto son dos visibles casos de los diputados federales por Veracruz, Ricardo Exsome Zapata y por Cosamaloapan, Valentín Reyes López. En ambos asuntos al menos un alcalde se ha quejado de que simplemente cada legislador no ha dado la cara para ayudarlos.
Si bien en el caso del empresario constructor y transportista pueda decir que su distrito solo comprende Veracruz puerto, lo cierto es que cuando Morena iba a tomar el poder en el gobierno estatal y cuando ya eran parte de la Cámara Baja en el país, era ajonjolí de todos los moles. Incluso con donaciones en obras y trabajos que se realizan en diferentes municipios como en Otatilán, la cuna del secretario de Gobierno, Erick Cisneros.
Ese amor con la militancia parece haber terminado. Y la molestia se ha trasladado incluso a los seguidores que lo respaldaron en campaña a quienes ni de barrenderos les ha colocado en las distintas esferas del gobierno ahora bajo el régimen de Morena.
La molestia ha sido manifestada por sus adeptos que ven cómo los más cercanos colaboradores de Exsome ya tienen “hueso” ya sea en el DIF estatal, en la secretaría de Infraestructura y Obra Pública, en Comunicación Social y en Salud, como mínimo. Ignorando lo que pase o deje de pasar con la militancia, puesto que para estos diputados federales lo más importante es procurar lo suyo, como la Comisión de Infraestructura en el Congreso de la Unión que represente enormes intereses económicos para quienes la conforman.
Las quejas sobre este legislador son de al menos tres alcaldes de la Cuenca del Papaloapan y cercanos al puerto de Veracruz que se ven defraudados por la desatención, ya que ni el teléfono le responde el legislador o su particular.
Otro caso de la indolencia humana es el diputado federal por Cosamaloapan y dueño de la cadena de tiendas Lores. Resulta que el fin de semana, Reyes López, ex alcalde de Tres Valles fue abordado por una humilde madre de familia, Linda Pacheco Manuel, cuya hija requería una operación de urgencia con un costo de 18 mil pesos, a la que accedió inmediatamente a apoyarla pero con la miserable cantidad de 200 pesos.
La atribulada señora no supo si agradecerle o sentirse ofendida solo alcanzó a extender el billete de 200 pesos frente a las cámaras del reportero del portal Calor Noticias, quien hizo la crónica sobre este caso.
Era mejor, quizá, que el flamante legislador de Morena, organizara una colecta entre los presentes que dejar ver la calidad de ser humano para con una desesperada madre que recurrió a pedirle ayuda y quien dijo de sol a sol pugnaba por el voto para su candidato.
Y por si fuera poco, el alcalde de Santiago Sochiapan, también de Morena, Ignacio Pablo Sánchez ha expresado que al igual que otros munícipes no se sienten representados o con la garantía de que será un respaldo para sus proyectos o en su caso bajar recursos federales contra la pobreza. Está más que desencantado.
Si los diputados de Morena siguen así, descuidan el capital político y no buscan preservar la simpatía y el apoyo de quienes los llevaron a la curul no están atentando solo contra sus proyectos personales sino contra la permanencia de todo Morena.
La continuidad de Morena tanto en el Congreso federal con mayoría como en los estados ya sea en senadurías diputaciones y gubernaturas, comenzó desde el primer día de sus funciones, pero parece que varios de estos políticos no lo entienden.
No es lo mismo sumarse a un proyecto, que buscar los intereses particulares que de ellos pueden emanar y olvidarse de los principios para el bienestar común, como lo pregonó desde un inicio el presidente Andrés Manuel López Obrador y en cambio dejarse llevar por la ambición personalizada.
MUY EN CORTO
CONTROVERSIA DEL PARO CAMIONERO. Si bien los transportistas como empresarios, buscan argumentar la medida de paralizar el servicio de pasajeros y tienen sus razones, también el comentario generalizado es que como de costumbre, los que pagan los platos rotos son los ciudadanos.
A esto se le agrega que entre las causas por las que exigen les autoricen el alza en las tarifas no está fundamentado debido a que el diésel y la gasolina no han incrementado sus precios, por lo contrario, han bajado gradualmente en las últimas semanas.
Otra de las circunstancias extrañas es el anuncio de última hora que hicieron los concesionarios y si bien pretenden hablar de la necesidad económica que los orilla a aumentar el pasaje, lo que no le vino nada bien a su movimiento fue el haber agredido en forma cobarde a un joven usuario. Al menos una decena de choferes emprendieron una golpiza contra un pasajero que les reclamó el que estaban deteniendo los camiones para que dejaran de circular.
En redes sociales fue peor el daño que el efecto de su protesta. Y es que principalmente se llevaron condenas y expresiones reprobatorias en las conurbaciones Veracruz, Boca del Río, y Córdoba-Orizaba donde les exhiben las malas condiciones de las unidades y el mal servicio que prestan, por lo que consideran, es injusto que los permisionarios soliciten incremento en las tarifas. También se sumaron en contra diversos dirigentes como el de la zona centro, Carlos Demouner Pitol.
Por cierto que uno de los principales precursores, Alfonso Enríquez Boussart no tiene muy buena reputación y se ha enriquecido a costa de jugosos negocios aprovechando su “liderazgo”. Ha pasado por diversos hechos oscuros incluso un atentado a tiros, y por ello ahora vive en Mérida.