En este segundo programa de vivienda digna, serán reubicadas familias que estuvieron a punto de perder la vida, en agosto del año pasado con la tormenta Earl, aún sienten la opresión en el pecho por lo vivido una madrugada de tormenta intensa, y que el río Seco estuvo a punto de truncar sus sueños; hoy, al anunciarles que accederán a una vivienda digna, sienten con alegría un vuelco en sus vidas.
El presidente municipal Tomás Ríos Bernal refrendó una vez más su apoyo a las familias vulnerables de Córdoba, pues brindar mejores condiciones de vida siempre ha sido una prioridad en la actual Administración Municipal, en esta ocasión, se reunió con beneficiaros que habitan en zonas vulnerables y de alto riesgo, a quienes se les dotarán de 42 viviendas antes de finalizar el presente año.
En el salón central del palacio municipal, el edil cordobés Tomás Ríos Bernal recordó que con un esquema similar se construyeron 116 viviendas para reubicar a igual número de familias que habitan en condiciones de riesgo y hacinamiento, creándose así la nueva unidad Tratados de Córdoba.
“Es importante poder dar felicidad, llegar al corazón de la gente es lo más difícil, en el Gobierno tenemos que hablar de bienestar, familia, educación, cultura, de cómo vivimos, del trabajo que ustedes realizan todos los días incluyendo el que vivan dignamente, tener una vivienda en un lugar seguro, con su piso y paredes fuertes, queremos que los cordobeses tengan una casa digna”, Ríos Bernal.
Las muestras de agradecimiento al presidente Tomás Ríos no se hicieron esperar, por lo que los beneficiarios le estrecharon la mano, lo abrazaron y le agradecieron impulsar esta iniciativa que les permitirá contar con un patrimonio propio, luego de más de 20 años o incluso una vida entera, añorando tener una vivienda a su nombre, lejos de riesgos como el paso del ferrocarril o en las laderas de los ríos.
Otras situaciones apremiantes, como el caso de la familia de Celia Chipahua, donde su hijo Fredy de tan sólo seis años fue testigo del incendio de su vivienda, luego de que el fuego en los cañales no pudiera ser controlado; aún recuerda que llamaron a los bomberos, llegó la policía también y debido a que su madre es invidente, actuó rápido para sacarla de la vivienda.
Al respecto la señora Celia Chipahua, vecina de Guadalupe Barreal, acudió este lunes al encuentro con autoridades municipales manifestó: “todo lo perdimos, no pudimos sacar nada, pero gracias a Dios ahora podremos tener una nueva casita, en aquel momento en que pasó la tragedia pensé que podíamos morir todos”.
Por su parte Graciela Cancino Pacheco, otra de las beneficiarias, contó que una noche de agosto del año pasado, la tormenta Earl la despertó y fue para darse cuenta de que el río Seco había subido su nivel, apenas y pudo sacar algunos papeles y despertar a su hijo para abandonar el lugar cuanto antes, la impresión más grande que recibió esa noche fue ver cómo parte de su vivienda se desprendía tras el golpe de agua, pues el río arrasaba con lo que encontrara a su paso.
“Perdí mi casa por el río, tenía años viviendo ahí y realmente no había pasado nada, esa madrugada me despertaron vecinos para decir que el río estaba creciendo y que teníamos que movernos, cuando nos salimos se derrumbó la mitad de mi casa, fue impresionante, aún siento la opresión en mi pecho al recordar”, mencionó Graciela Cancino Pacheco.
En tanto que María Soledad Solano Molina, de Ampliación Carriles, también relató su vivencia a un costado del río Seco, pues cuidando a su mamá ya en varias ocasiones se había inundado, esta última vez fue determinante y se vieron obligados a pedir asilo en una casa prestada junto con su madre, esposo y dos hijos, sin embargo, el recibir la noticia la mañana de este lunes que tendrá una nueva vivienda, les ha dado un giro a su vida.
“No nos dio tiempo de sacar ninguna cosa de la casa, pero lo más importante sí: nuestras vidas. El río creció mucho y su fuerza era sorprendente, son momentos de angustia que se viven”, recordó mientras cargaba a su hija en brazos.
Por último Acacio Córdova Sánchez, otro de los habitantes en la zona del río Seco, padre soltero con sus tres hijos, reconoció el que las autoridades giren sus ojos a la que llamó sociedad humilde, “es tan importante que alguien volteé y nos ayude, cuando uno a veces se siente sólo, que no hay salida, y dan esta noticia de una casa pues es un sueño hecho realidad”.
Y es que dijo con su salario de campesino jamás le hubiera alcanzado para un patrimonio así, ahora sus pequeños Juan Manuel de 6 años, Acacio de 7 años y Everardo de 9 años, contarán con un hogar digno después de que su vivienda ya se había inundado en otras ocasiones.
A la reunión acudió también el síndico Luis Alberto García Hernández, el regidor Raúl Sentíes Portilla, así como Hugo Fernández Bernal, encargado de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Sustentabilidad; Adriana Campollo Lagunes, enlace institucional; Jesús Ávalos Ibarra, titular de la Unidad de Protección Civil y María de los Ángeles Sahagún Morales directora de Promoción Humana y Desarrollo Social.