“ EL AÑO QUE COMIENZA”

por La Tia Justa

Por: Alejandro Baizabal

“Aunque el tiempo no retrocede, nos da la fuerza para reinventarnos en cada amanecer”

Es buen momento para reflexionar sobre lo alcanzado en este 2024. Sobre los momentos y aprendizajes. Las aventuras y las desventuras. Y es que, cada año, los propósitos nos llenan de entusiasmo, ese que invade el alma para elevar nuestra vibración a lo más alto.

Más de uno disfrutamos compartir un nuevo comienzo con nuestros cercanos, la familia; las anécdotas de los “viejos” nos llenan de esperanza al escuchar una y otra vez las historias de antaño, aquellas que de pronto parecieran extintas pero que el tiempo y las circunstancias han hecho evolucionar en las nuevas generaciones.

¿Cómo definirías tu año en una palabra? ¿Y si fuera con el título de un libro? ¿Y si lo intentamos con una canción? Seguramente saldrían buenas respuestas, mejor de lo que seguramente sucedió en esta vuelta al sol. Lo que es un hecho es que somos lo que vivimos y nos construimos de historias.

Estos días suelen estar cargados de emociones y energías que invaden nuestro cuerpo y nuestros hogares. En la época de la inmediatez, hemos perdido el asombro por el proceso mismo de la vida, aquel que lleva un tiempo para su metamorfosis. Apreciar cada fase nos lleva a la enseñanza y el conocimiento, que nos acerca a la sabiduría.

En cada oportunidad debemos tener ese “Liderazgo para inspirar a las personas a perseguir un sueño compartido y colaborar para hacerlos realidad; y como diría la escritora Cristina Pacheco(E.P.D) “Cada decisión le da sentido a mi vida y le da valor a mi tiempo, sobre la importancia de administrar cada momento.

El mundo avanza y evoluciona de manera vertiginosa, y nos obliga a acelerar nuestras capacidades de adaptación e innovación para transformar nuestros espacios. Hace unas semanas el escritor mexicano Juan Villoro presentó su libro “No soy un robot: la lectura y la sociedad digital”, inspirado en estas nuevas “prótesis digitales” que hacen del presente una era más acelerada, en una llamada “esclavitud feliz”. Invitando, además, a no perder esa esencia humana que nos vuelve únicos.

Como últimas reflexiones quiero compartirles algunas que me han ayudado en distintos procesos de la vida. Eres lo que dices ylo que haces, pero también, eres de lo que te rodeas. Atraer y no perseguir, siempre será una gran opción para no desgastarse. La trascendencia se construye con trabajo y decisiones inteligentes. Rodearse de lo mejor, ayudará a crecer y capitalizar un gran legado. Olvidarse de las raíces nunca será opción para abrirse puertas. Ser agradecido nos permite conectar con el presente y con los demás. El sentido de reconocimiento, impulsa a laspersonas a seguir creciendo. Ser una fuente de inspiración,resulta una gran motivación para transformar vidas.

Deseo para todos y todas, un gran 2025.

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