Orizaba, Ver.- El Obispo de la Diócesis de Orizaba, Monseñor Eduardo Cervantes Merino llevo a cabo la bendición de ramos en la Alameda Francisco Gabilondo Soler Cri Cri, de Orizaba, con la cual da inició la Semana Santa Mayor y animó a los fieles catolicos a vivir con gozo de estás fiestas y las enseñanzas de Jesús.
Una vez qué culminaron los 40 días de preparación los cuales iniciaron con el miércoles de ceniza, culmina con esta celebración anual del misterio pascual es decir: la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro señor Jesucristo, estos misterios empezaron con su entrada en Jerusalén en la ciudad y por eso recordando con emoción esta entrada conminó a los fieles a seguir al Señor para que participando de su cruz, sean partícipes de su resurrección y vida.
Subrayó que las palmas representan la victoria del Señor Jesucristo, y también es nuestra Victoria en donde se busca la paz que es la armonía plena en toda la región incluyendo nuestro ambiente iniciando en casa, con los vecinos.
Y se aplaquen todas aquellas acciones para las personas que provocan sufrimiento y muerte, los que abusan del pobre, del débil, los que manipulan hoy por situaciones de carencia con ventajas económicas y biológicas.
Una vez que se llevó a cabo la bendición de los ramos, inició la procesión encabezada por los monaguillos, niños pertenecientes al catecismo, el Obispo, clérigos y todos los fieles que se congregaron en el lugar.
Dicha procesión atravesó la Avenida Colón hasta llegar a la Calle Francisco I. Madero en donde al llegar a la Catedral de San Miguel Arcángel ya estaban en espera cientos de personas, para poder dar inicio a la misa solemne.
“Con esta celebración iniciamos con gozo y gratitud a Dios que envió su hijo amado por su salvación iniciamos pues la solemnidades de la Pascua del señor nuestra Semana Santa que engloba todas las actividades en torno a la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor”.
Mencionar que en las diferentes parroquias que conforman la diócesis de Orizaba se llevó a cabo esta misma bendición de palmas en la que una gran cantidad de fieles católicos se congregaron en los templos para vivir estas fiestas en paz y armonía.
