Orizaba, Ver.- José Raúl Cruz, coordinador del departamento de psicología en el Centro de Rehabilitación Integral de Orizaba (CRIO), manifestó que discriminación y falta de inclusión, son los problemas más fuertes que afrontan las personas discapacitadas, pues afecta desde a los niños que padecen una discapacidad hasta a adultos.
Incluso dijo que el CRIO atiende esa rehabilitación, tanto física como en ocasiones psicológica, y todos los días reciben a un promedio de 85 niños, adultos y adultos mayores que acuden a recibir esa terapia.
“Se debe combatir en todos los ámbitos. Nuestra propuesta es educar a los hijos en la propuesta e inclusión, educar en el sentido de formar. A través del respeto es como se reconocen los derechos de los demás, pero también nuestras obligaciones, y así respetar las discapacidades que vemos en los seres humanos de cualquier condición, de cualquier rango social o económico”, dijo.
Aseguró que se debe considerar que esos seres humanos necesitan interactuar con otras personas, y es ahí donde se toca el tema de la inclusión., “A estas personas no se les puede ver y sentir lástima por ellos y decir: “pobrecitos”, sino ser conscientes de las limitaciones que tienen y lo que se debe hacer para que las superen. Cuántas veces se ve a alguna persona con muletas o con silla de ruedas o incluso un bastón y no hay rampas para que puedan subir a las aceras o bajar de ellas”.
El titular del área de psicología, señaló que solo hay algunos semáforos en el centro de la ciudad de Orizaba, que cuentan con el famoso ruido de “pollo”, que es un sonido que avisa a las personas que no pueden ver que es momento para pasar, pero lamentó que no sea en todos lados, mucho menos en todos los municipios.
“Parte del rol que tenemos como padres es formar a nuestros hijos en el respeto e inclusión de los demás seres humanos y que como tal, las personas discapacitadas tienen que ser visibles y no como antes, estar sólo escondidas en las casas sin que pudieran siquiera salir a ser rehabilitadas”.