Orizaba, Ver.- Un ciudadano orizabeño que acudió con su hijo de 16 años y sus perros a desayunar a una de las palapas del Balneario Ojo de Agua, la mañana de este lunes fue víctima de un presunto abuso de autoridad y uso excesivo de la fuerza pública cometido por oficiales de la Policía Municipal de Orizaba, luego de que presuntamente contestó de mala manera a un preventivo que le exigía desamarrara a sus canes de un poste de alumbrado público, ya que se encontraban causando daños a la infraestructura del ayuntamiento.
Los presentes que intentaron evitar este presunto abuso de autoridad, lamentaron que los oficiales de la Municipal hayan “fabricado” los delitos de daños a la infraestructura del ayuntamiento y agresiones, para llevárselo detenido, ya que había intentado aventarles los perros, cuando éstos son inofensivos y se encontraban amarrados.
Los orizabeños que presenciaron la detención, explicaron que el hombre Isaac Ortiz de Jesús llegó al balneario en compañía de su hijo de 16 años y sus dos mascotas; uno de raza mediana y otro pequeño, las cuales amarró a un poste de alumbrado público para despues sentarse a desayunar antojitos en una de las palapas.
Debido a que los perros permanecieron por varios minutos amarrados, hasta la palapa llegó un Policía Municipal y le exigió al hombre que vestía tenis negros con suela blanca, pantalón de mezclilla y camisa color melón, se llevará sus perros ya que se encontraba causando daños a la infraestructura y mobiliario del ayuntamiento, a lo cual el sujeto presuntamente se negó, cuestionándolo qué daños habían generado las mascotas.
A causa de la abrupta contestación, el preventivo de la Policía Municipal solicitó el apoyo de más elementos para proceder a su detención e inmediatamente procedió a esposarlo.
Rápidamente, al sitio acudieron siete patrullas de la Policía Local con más de 12 elementos, quienes sometieron y subieron por la fuerza al padre familia a la batea de una patrulla en presencia de su hijo para llevárselo detenido, a pesar de que los presentes acusaban que no había cometido ningún delito y que se estaba cometiendo un abuso de autoridad.
Incluso, algunos presentes fueron amedrentados por los oficiales de no meterse o también serían detenidos, situación que lamentaron los ciudadanos orizabeños.