Hong Kong (CNN) — China amenazó al gobierno de Joe Biden con represalias por su decisión de imponer un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing. Además, advirtió que la medida podría dañar las relaciones bilaterales.
La administración Biden dijo el lunes que no enviaría una delegación oficial de Estados Unidos a los Juegos de Invierno de Beijing como una declaración contra el “genocidio y crímenes contra la humanidad en curso de China en Xinjiang”. Los atletas estadounidenses sí podrán competir en los Juegos.
Antes del anuncio oficial, Beijing advirtió que tomaría “contramedidas decididas” contra Washington si el boicot diplomático continuaba.
“Los políticos estadounidenses siguen promoviendo un ‘boicot diplomático’ sin siquiera ser invitados a los Juegos. Esta ilusión y pura grandilocuencia tiene como objetivo la manipulación política”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, en una conferencia de prensa el lunes, hora local.
‘Un grave insulto a 1.400 millones de chinos’
Zhao calificó el boicot como “una grave parodia del espíritu de la carta olímpica” y “un grave insulto a 1.400 millones de chinos”.
“Estados Unidos debe dejar de politizar los deportes y de promover el llamado ‘boicot diplomático’ para no afectar el diálogo y la cooperación entre China y Estados Unidos en áreas importantes”, dijo.
Las relaciones entre las dos superpotencias habían comenzado a mejorar recientemente, luego de la cumbre virtual del mes pasado entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping.
Si bien la reunión no arrojó avances significativos, permitió un regreso a una relación más constructiva y estable, luego de una ruptura casi total durante el último año de la administración de Trump y la continua hostilidad hacia la administración de Biden.
Beijing no ha ofrecido ninguna pista sobre las contramedidas que está considerando, pero la posibilidad de nuevas represalias ahora amenaza con descarrilar una vez más las relaciones bilaterales.
Amenaza a la relación con China
En comparación con la airada respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, algunos diplomáticos chinos y empleados de los medios estatales han ofrecido una versión más indiferente de Twitter, plataforma que está bloqueada en China, destacando que los políticos estadounidenses aún no habían sido invitados a los Juegos.
“Los políticos que piden el boicot #2022BeijingOlympics lo hacen por sus propios intereses políticos y su postura. De hecho, a nadie le importaría si estas personas vienen o no, y no tiene ningún impacto en #Beijing2022 que se celebrará con éxito”, tuiteó Liu Pengyu, portavoz de la Embajada de China en Estados Unidos.
Hu Xijin, editor en jefe del tabloide nacionalista Global Times, también intervino.
“¿Por qué tanto alboroto? Si los funcionarios estadounidenses no vienen, que así sea. China no los invitó de todos modos”, tuiteó. “Solo las personas supernarcisistas considerarán su ausencia como un boicot poderoso. La mayoría de esos funcionarios del gobierno de EE.UU. son contactos cercanos de pacientes de covid-19 de acuerdo con el estándar de China, además de quisquillosos y pretenciosos. Ustedes son las personas a las que los residentes de Beijing menos quieren ver”.
Si bien es posible que Beijing no esté demasiado preocupado por la ausencia de políticos estadounidenses, podría convertirse en un dolor de cabeza más grande si más países se unen a la acción de Estados Unidos. Previamente, el Reino Unido, Canadá y Australia han dicho que estaban considerando un boicot diplomático.
¿Por qué el boicot?
Los activistas han pedido durante mucho tiempo un boicot de los Juegos de Beijing en protesta por los abusos de derechos humanos de China en Xinjiang y el Tíbet, y su represión política en Hong Kong. Durante el mes pasado, el hecho de que Beijing silenciara las acusaciones de agresión sexual de la estrella del tenis chino Peng Shuai contra un exlíder chino amplificó aún más esos llamados.
El boicot diplomático de Estados Unidos ha sido bien recibido por grupos de derechos. Human Rights Watch lo calificó como un “paso crucial para desafiar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno chino contra los uigures y otras comunidades túrquicas”.
“Pero esta no debería ser la única acción. Estados Unidos ahora debería redoblar los esfuerzos con gobiernos afines para investigar y trazar caminos hacia la rendición de cuentas de los responsables de estos crímenes y la justicia para los sobrevivientes”, dijo en un comunicado Sophie Richardson, directora de China en Human Rights Watch.
El efecto potencial de bola de nieve está claramente en la mente de algunos diplomáticos chinos. La misión china ante las Naciones Unidas, por ejemplo, ha calificado la medida de Estados Unidos como un reflejo de “su mentalidad de la Guerra Fría”.
“Estados Unidos solo quiere politizar el deporte, crear divisiones y provocar confrontación. Este enfoque no encontrará apoyo y está condenado al fracaso. Solo los aislará más y se opondrá a la tendencia de la época y a la gran mayoría de países y personas de todo el mundo”, dijo el portavoz de la misión, Zhu Zhiqiang, en un comunicado.
Qué ocurrió en el pasado
La respuesta de Washington a los Juegos de Invierno de Beijing contrasta fuertemente con su enfoque de los Juegos Olímpicos de Verano de Beijing hace 13 años, cuando el gobierno chino enfrentó duras críticas y protestas contra su represión en el Tíbet.
En 2008, el entonces presidente George W. Bush asistió a la ceremonia de apertura olímpica y animó a los atletas estadounidenses durante los Juegos. Su padre, el expresidente George Bush, también asistió a los Juegos como capitán honorario del equipo estadounidense.