Orizaba, Ver.- La Casa de la Misericordia, un faro de ayuda social que opera en conjunto con la Parroquia y Rectoría del Carmen, se prepara para celebrar su décimo aniversario en la Diócesis de Orizaba.
Desde su apertura en marzo de 2016, esta iniciativa ha brindado apoyo integral a miles de personas en situación de vulnerabilidad, convirtiéndose en un pilar fundamental para la comunidad.
Bajo la coordinación del Padre Román Elías Oficial Gil, la Casa de la Misericordia, en colaboración con Cáritas AC., sirve 200 raciones de comida diarias, de lunes a sábado.
Sus principales beneficiarios son adultos mayores, personas sin hogar y familias de escasos recursos, mientras que el menú es variado y nutritivo, incluyendo guisado, arroz, frijoles, agua fresca, tortillas, pan dulce y fruta.
“Gracias a Dios, el proyecto ha crecido mucho; no solo se trata de dar comida, sino de ofrecer un espacio integral de ayuda y escucha para quienes lo necesitan”, comenta el Padre Román.
El sacerdote también destacó la incansable labor de los voluntarios que día a día hacen posible este servicio.
Así mismo dejó en claro que la ayuda de la Casa de la Misericordia va mucho más allá de un plato de comida, pues también ofrecen atención médica, farmacia, asesoría jurídica, psicología y tanatología. Estos últimos servicios han visto una demanda creciente, reflejo de la necesidad de apoyo emocional en la población.
Por su parte, Manuel Guarneros, director de la Casa de la Misericordia y secretario ejecutivo de Cáritas Orizaba, comparte uno de los mayores desafíos actuales, llevar los servicios a comunidades de difícil acceso.
“La falta de movilidad y los altos costos de transporte impiden que muchas personas de la región lleguen hasta ellos. Por ello, estámos trabajando para instalar pequeños dispensarios médicos y farmacias comunitarias en parroquias de municipios como Los Reyes, Rafael Delgado, Tequila, Zongolica, La Perla, Necoxtla, Tezmola y Próspero Pineda”, dijo.
Subrayó que, la organización está comprometida con la sostenibilidad ambiental, impulsando proyectos como campañas de reforestación y limpieza de ríos, coordinándose con otras organizaciones civiles y comunidades parroquiales.
“Estas acciones buscan fortalecer el tejido social y promover el cuidado del entorno en diversas zonas urbanas, rurales e indígenas”.
Tanto el Padre Román Elías como Manuel Guarneros coinciden en que la labor de la Casa de la Misericordia y Cáritas trasciende la asistencia inmediata y su principal objetivo es generar cambios sostenibles a través de la colaboración comunitaria, la solidaridad y la atención integral a los más necesitados.
La celebración del décimo aniversario se llevará a cabo en marzo de 2026 con diversas actividades conmemorativas, ya que han sido un verdadero refugio para cientos de familias vulnerables en Orizaba y la región de Las Altas Montañas.