Orizaba, Ver.- Debido a que la pandemia del Covid-19 ha ha mermado la economía de la ciudadanía en general, betuneros ambulantes únicamente llegan a realizar 10 boleadas al día, incluso hay ocasiones en que ni una solo hacen en una jornada de 9 de la mañana a 7 de la noche.
El betunero con 30 años de experiencia, Patricio Hermenegildo Candelaria, originario de Soledad Atzompa, admitió que durante los años ha tenido altas y bajas, y más debido a que es ambulante, pero gracias a su perseverancia ha logrado sacar adelante a sus 4 hijos.
“Por lo regular me levanto a las 7 y a las 9 salgo al trabajo, el primero que me diga boleame los zapatos ahí me detengo, no tengo una rutina fija te que diga empiezo acá y después allá, nada más de momento me hablan y ahí me instaló para trabajar”.
El número de boleadas es variable ya que puede hasta 10 o ninguna, pero aún así se va agradecido con Dios a su casa.
“Es muy variable, puedo hacer como unas 10, hasta nada me ha tocado. Cuando no cae una boleada me quedo contento porque aunque me angustie, me moleste o grité, simplemente no hay, y hay que dar gracias a Dios”, señaló.
Recordó que hace muchos años el cobrabá por una boleada 1 peso con 50 centavos o 2 pesos, y actualmente son de 20 pesos, aunque desafortunadamente hay personas a las que se les hace caro., “Yo pienso que me trabajo es bueno, porque a la gente le gusta el acabado que les dejo”.
Afirmó que lo que llega a sacar al día, lo distribuye para sus necesidades, principalmente para la comida y las prioridades de su hogar, así como para la adquisición de sus materiales ya que se van acabando pieza por pieza.
“Tengo cuatro hijos y con mi esposa y yo somos seis, y gracias a Dios hay va saliendo. Cuando cae dinerito voy guardando de lo que me va cayendo, y ahí guardo principalmente para comer, porque tenemos que comer, y ya poco a poco voy comprando mis cremas, de una pieza en una”.
Subrayó que su cajón o portafolio como ellos lo llaman tiene un costo aproximado de 800 pesos, por lo que es de vital importancia su cuidado.
“Nada más el puro portafolio cuesta alrededor de 400 pesos, ya con su respectivo banco de servicio y material vienen siendo como unos 800, pero claro que eso es para toda la vida”.
Cuestionado sobre qué le diría él a todas esas personas que perdieron un empleo durante este tiempo de pandemia y que están pasando por una situación difícil, el betunero Patricio Hermenegildo Candelaria, les dijo que se encomienden a Dios.
“Yo les digo que amen a Dios pero con todo el corazón, porque si lo hace uno nada más así de labios no llega, amen a Dios con todo el corazón, como cuando le estás hablando a tu papá o a tu mamá, porque sí le hablas así a Dios, Dios te responde y te libra de cualquier enfermedad y de todo lo que necesitas, él nos ayuda él es misericordioso”.