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Acultzingo
Por: Icker Zepeda
Desde muy temprana hora miles de feligreses católicos caminando, en bicicleta, motocicleta, en familia con carriolas y pequeños, en grupo de amigos o en pareja, caminan sobre el corredor intermunicipal de las altas montañas con el principal objetivo que es: llegar a media noche a cantarle las mañanitas a la Virgen del Tepeyac.
Los miles de católicas movidos por la Fe acuden a la Ermita de Acultzingo para venerarla y darle gracias por un año más de vida.
Las familias con niños pequeños, incluso con carriolas y camisetas de la Virgen Morena, banderines e imágenes, su mochila, su suéter y agua para el camino, arribaran a la Ermita de Acultzingo.