El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a los legisladores de oposición de ir contra los intereses nacionales y favorecer los de las empresas extranjeras al rechazar su propuesta de reforma eléctrica el día de ayer en la Cámara de Diputados.
La iniciativa tuvo 275 votos a favor y 223 en contra, por lo que no alcanzó los dos tercios de los escaños requeridos para su aprobación.
Durante su conferencia de prensa mañanera en Palacio Nacional, dijo que el día de ayer “se terminó de integrar el bloque conservador”, luego de que diputados de los cuatro partidos de oposición, incluyendo Movimiento Ciudadano, se unieron para votar en contra de la iniciativa de reforma eléctrica que propuso.
También acusó al PRI de actuar como “palero” del PAN, y afirmó que, si desde el gobierno federal se hubieran comprado los votos de los legisladores como supuestamente hizo el PRI en 2013 cuando aprobaron la reforma energética, ayer hubiera sido aprobada la propuesta que planteó para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En este contexto, el mandatario calificó de “muy lamentable” lo ocurrido en el pleno, si bien ha reconocido que “no es extraño”.
“Un grupo de legisladores que, en vez defender los intereses de la nación, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a robar y estos diputados respaldaron a los saqueadores”, criticó.
López Obrador vinculó a los diputados “conservadores”, a quienes ha definido como “vende patrias”, de atentar contra los intereses generales del país y alinearse con naciones extranjeras.
La reforma pretendía establecer que al menos el 54 por ciento de la energía fuera gestionada por la CFE, en lugar del 38 por ciento que maneja actualmente, dejando en manos privadas y compañías extranjeras el 62 por ciento del control energético.
La oposición argumentó su rechazo a la reforma en que llevaría a un aumento de las emisiones de gases contaminantes y a un encarecimiento de la electricidad, algo que, sin embargo, el propio presidente de México ha desmentido en varias ocasiones.
Otro de los opositores de la reforma es Estados Unidos. El país vecino ha sostenido que el dictamen podría perjudicar sus inversiones, por lo que planteó al Ejecutivo de López Obrador una serie de requerimientos.
Con información de Europa Press