El padre Alejandro Solalinde acusó a los sacerdotes y obispos en especial al de Córdoba, Eduardo Porfirio Patiño Leal, de encubrir casos de desaparecidos en la entidad.

Sacerdotes y obispos de la iglesia católica de Veracruz conocían de los crímenes, desapariciones, fosas y cuevas donde los delincuentes llevaban a las víctimas, pero se negaron a denunciar porque recibieron favores de los exgobernadores Fidel  Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, señaló el sacerdote católico mexicano defensor de los derechos humanos de los migrantes, José Alejandro Solalinde Guerra.

A pregunta expresa sobre si conoce de otros sacerdotes que conocieran testimonios de las víctimas o victimarios sobre qué ocurría con las personas desaparecidas, el padre Solalinde Guerra afirmó que además de él, los presbíteros y el obispo de Córdoba, Eduardo (Patiño Leal) sabían que los delincuentes cometían los crímenes en dos cuevas.

“No solamente sacerdotes, también Obispos, ahí está el obispo Eduardo de Córdoba. A mí me lo dijo cuando yo me reuní con la Provincia Eclesiástica de Veracruz en hora y media o casi dos horas les estuve explicando lo que estaba pasando con los migrantes y le dije hay una cueva y me dicen: No, hay dos”, expresó.

Solalinde Guerra reclamó a los sacerdotes de la iglesia católica porque guardaron silencio a cambio de favores recibidos por parte de los exgobernadores del PRI.

Los sacerdotes que callaron estos crímenes también se dedicaban a dar los sacramentos de la iglesia a las familias Herrera Beltrán y Duarte de Ochoa como el bautismo, comunión, confirmación y matrimonios a los políticos.

“En esa ocasión les reclamé a ellos, como les reclamo ahora también que ante todo ese fosario guardaron silencio y les reproché cuando estuvo Fidel Herrera Beltrán, eran sus celebrantes familiares de sus sacramentos y recibieron favores y no hicieron nada y guardaron silencio y les dije lo que estaba pasando con los secuestros, desapariciones y fosas y hasta complementaron ellos y no hicieron nada”, acusó.

Solalinde Guerra consideró que la justicia del hombre posiblemente no recaiga sobre estos sacerdotes y obispo que se negaron a denunciar los crímenes, pero si ante Dios deberán rendir cuentas por sus pecados.

“Tal vez se haga, pero ante Dios ellos tendrán que decir los favores que recibieron de estos dos sinvergüenzas de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, porque al menos uno de ellos me consta que si recibieron favores y ante Dios tienen que dar cuenta de ellos”, expuso.

El también candidato al Premio Nobel de La Paz, Solalinde Guerra expuso en el Foro que desde hace una década él ya había denunciado las desapariciones en los estados de Tamaulipas, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, pero más en  Veracruz cuando gobernaba Fidel Herrera Beltrán.

Por este motivo se molestó con los sacerdotes de la jerarquía católica en Veracruz, porque no denunciaban ante las autoridades.

“Me daba más rabia porque cuando sabían que estaban pasando, no hacían caso, los que estaban al cuidado pastoral de Veracruz, no decían ni hacían nada, al contrario, celebraban dichosamente el sacramento como curas de familias de estas personas, tan oscuras, tan criminales y ladrones” indicó.

El padre Solalinde Guerra consideró que hoy se tiene a un México que nunca más será el mismo, porque sus ciudadanos “están tocando el fondo” por tanto crimen y desaparecidos que hay, sin embargo en Veracruz  falta conocer el fondo de todas las cosas, y los demás estados también.

Cuestionó a los presentes en el Segundo Foro de Ética, celebrado en el Salón Azul del área de Humanidades, repleto de estudiantes, académicos, y defensores de los derechos humanos al preguntarles “¿Cómo es posible que permitiéramos que hubiera un Cartel como Los Zetas como El Golfo y tantos políticos involucrados con crimen organizado, y crímenes autorizados por parte de personas que debieron prestar un servicio a su país?”.

Finalmente, criticó a la jerarquía católica y a los sacerdotes que cometieron pederastia en contra de niños y niñas que solo asistían a las iglesias en busca de fe.

“Es lamentable que la pederastia haya llegado al nivel más alto en el vaticano. Hay cuestiones del Papa Francisco y de Benedicto XVI, que decían la lepra de la iglesia católica, tiene que ver con esto. Ahí no sólo había pederastia, había pornografía infantil al más alto nivel. Había corrupción y el Papa Francisco dijo que había que cambiar, y es un anciano, y está luchando contra la curia romana”, finalizó.

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