CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Un despachador del servicio de emergencias 911 fue finalmente despedido después de colgar una llamada proveniente del interior de la tienda Tops en Buffalo, Estados Unidos, donde un hombre blanco armado mató en mayo pasado a 10 personas negras en un ataque considerado terrorismo doméstico basado en el odio, informó KTLA.
Primero, al despachador lo habían puesto en licencia administrativa, pero el condado presionó para su despido, indicó el medio.
El sindicato de despachadores, la Asociación de Empleados del Servicio Civil, dijo el jueves que se había asegurado de que las disposiciones del debido proceso disciplinario se “siguieran de manera justa y apropiada”.
El despachador le dijo a The Buffalo News a finales del mes pasado que lamentaba lo que pasó la persona que llamó durante el tiroteo, y agregó que se conocerían más hechos en la audiencia.
El pasado 14 de mayo, un joven blanco de 18 años, identificado como Payton Gendron, disparó en una sucursal de la cadena de supermercados Tops Friendly Market, donde mató a 10 personas y causó heridas a tres. Gendron fue acusado del asesinato en masa, pero el 1 de junio se declaró inocente de los cargos de terrorismo doméstico motivado por el odio, entre otros. Un fiscal dijo que la evidencia en su contra era abrumadora.
Un abogado presentó la declaración de culpabilidad de Gendron, en el primer caso que hizo uso de la ley de delitos de odio por terrorismo doméstico de Nueva York. Gendron no habló durante la breve audiencia, la cual tuvo una fuerte presencia de seguridad.
Testigos, la policía y los propios escritos de Gendron y el video transmitido en vivo lo han incriminado como el pistolero que usó un rifle semiautomático tipo AR el 14 de mayo para atacar a los compradores y empleados de Tops Friendly Market, y se rindió en la escena del crimen después de poner su rifle en su cuello.
Las autoridades dijeron que eligió la tienda por su ubicación en un vecindario predominantemente negro.
“Hay pruebas abrumadoras de la culpabilidad del acusado. El acusado fue atrapado en la escena del crimen con el arma en sus manos”, dijo el fiscal adjunto de distrito John Fereleto.
Desde entonces, el tirador ha estado detenido sin derecho a fianza y deberá regresar a la corte el 7 de julio.
Gendron fue acusado de asesinato poco después del ataque, pero el 1 de junio se le fincó una nueva acusación para amplió el caso e incluir el cargo de terrorismo doméstico, junto con 10 cargos de asesinato en primer grado, 10 cargos de asesinato en segundo grado como crimen de odio, posesión criminal de un arma y tres cargos de intento de asesinato como un crimen de odio.
“Cuando escuchas la frase ‘tírale el libro’ a alguien, bueno, en este caso, el acusado acaba de decir ‘Guerra y paz’”, dijo el fiscal de distrito John Flynn, en una conferencia de prensa después de la lectura de cargos.
Hace dos años se agregó a las leyes estadunidenses el cargo de delito de odio por terrorismo doméstico o actos de terrorismo doméstico motivados por odio en primer grado, luego de un tiroteo masivo contra mexicanos en una tienda Walmart en El Paso, Texas. El delito conlleva una cadena perpetua automática tras la condena.
En el caso de Gendron, el cargo lo acusa de matar al menos a cinco personas “debido a la percepción de raza y/o color” de sus víctimas.
El alcalde de Buffalo, Byron Brown, llamó a Gendron “un forastero racista lleno de odio que vino a nuestra comunidad con la intención declarada de matar a la mayor cantidad de personas negras posible”.
Los fiscales dijeron que Gendron condujo unas tres horas hasta Buffalo desde su casa en Conklin, Nueva York, para atacar a los afroamericanos. Poco antes de abrir fuego, publicó documentos que describían sus puntos de vista supremacistas blancos y revelaron que había estado planeando el ataque durante meses.
Las autoridades federales también están investigando la posibilidad de cargos por delitos de odio contra Gendron.
Este hecho se cometió 10 días antes del tiroteo masivo que mató a 19 niños y dos maestros dentro de una escuela primaria en Uvalde, Texas, que revivió el debate nacional sobre el control de armas.