**Vendedor de Barbacoa intimida y amenaza a reporteras con darles un “pu**zo”
Orizaba, Ver.- Durante una cobertura periodística al interior del Mercado Emiliano Zapata, un vendedor de barbacoa y un supuesto cliente, agredieron verbalmente a comunicadores y amenazaron cuando se documentaba un presunto abuso de autoridad cometido contra la comerciante María de Lourdes Martínez Parra.
Es de mencionar que cuando la agraviada relataba como se había perpetrado el despojo, un reportero gráfico tomaba fotografias del local para ilustrar la información, cuando de pronto y de manera agresiva, un supuesto cliente inició a agredir al fotógrafo, ¿Que te pasa güey porque me tomas fotos a mi? expresó el ciudadano, mientras que el reportero gráfico le trataba de explicar que no le había tomado la foto a él directamente, sino al local.
La agresión continuó en contra él y una vez más le grito: “todo por tu culpa, hijo de la chingada”.
Dado a que los demás compañeros reporteros continuaban grabando y documentando la agresión verbal, otra comunicadora también recibió la consigna que dejara de grabar.
Segundos después, el propietario del local “El Borrego de Oro” se acercó con la comerciante María de Lourdes Martínez cuestionándola del porqué le estaban sacando fotos a su negocio y al tratar explicarle que lo único que hacía era defenderse de un abuso de autoridad, el hombre le dijo que eso lo viera con la administración.
Pero al observar que los reporteros continuaban grabando video y sacando fotografías, trato de intimidarlos, dirigiéndose contra la reportera: “no me fotografíes porque te doy un putazo”.
El vendedor de barbacoa continuó gritando e insultando, sin importarle que estaba siendo grabado y en presencia de demás locatarios y comensales.
“Ningún pendejo puede sacarle fotos a algún negocio, ni a una persona igual”, aún y cuando se trata de un espacio público en la que hay la libertad y el fotógrafo estaba debidamente uniformado y acreditado.
Debido a las agresiones, los comunicadores solicitaron el apoyo de la Policía Municipal, quienes arribaron en cuestión de minutos y fue así como el comerciante agresor disminuyó y dejó de agredir a los reposteros, mientras que el supuesto cliente optó por retirarse al saber que se vería envuelto en problemas.
Es de mencionar que los preventivos se mantuvieron en el lugar hasta que culminó la entrevista, con el objeto de prevenir alguna otra agresión o intimidación.
