**Víctimas del “fuego cruzado”
Por: Adriana Luna
Amatlán, Ver.- En medio de una casa de madera con techo de lámina de zinc y piso de tierra, están los féretros blancos de Eduardo y Jonathan los niños asesinados ayer supuestamente por policías de la Fuerza Civil.
Nadie da crédito a lo que sucedió pues estaban lavando una camioneta para ganarse 15 pesos.
Apenas 13 y 14 años tenían, su sueño era seguir estudiando, cursaban el primer grado de secundaria, bien trabajadores y alegres, su complexión física no era acorde con niños de su edad pues su familia es de escasos recursos, apenas ganan para medio comer y vestir.
El pueblo está indignado por la muerte de estos niños que sin debería ni temerla murieron víctimas de los daños colaterales ocasionados por la inseguridad que prevalece en la zona centro.
De acuerdo a las madres de los niños hasta ahora ninguna autoridad se les ha acercado, nadie se hizo cargo de los gastos funerarios, ni un “usted disculpe”.
Los primos Eduardo y Jonathan se van juntos, ellos siempre estuvieron buscando ser mejores.
Sus cuerpos están en los ataúdes que se compraron con la cooperación de los pobladores, las flores que llevan los vecinos a los dolientes, el dolor se percibe en el ambiente, solo piden justicia y se detenga a quienes cometieron este atroz asesinato
Ellos ya descansan en paz.