637
Por: SILVERIO QUEVEDO ELOX
EL CAMBACEO PANISTA EN EL AYUNTAMIENTO PORTEÑO
Este jueves, después de varios estiras y aflojes, rindió protesta Héctor Castillo Andrade como nuevo director de Educación del ayuntamiento de Veracruz, en sustitución de Jacqueline Font Cano a pesar de ser una panista de toda la vida, a la que no importó darle un portazo y dejarla fuera a fin de que el clan Yunes pueda cumplir sus fines políticos obsesivos de mantener el poder en el ayuntamiento porteño.
Lo anterior no tendría nada de extraordinario y podría pasar como un simple proceso de “reingeniería” que se da en todas las administraciones locales, estatales y federales. Pero en este caso, si alguien que tiene todos los méritos es desplazado con un “dedazo” que se pueden esperar los militantes para aspirar a una dirección en la próxima administración panista, de conservar el PAN el gobierno en el municipio más antiguo de América.
La lección que se ha dado es que quienes son activistas natos del panismo veracruzano y piensan que podrían aspirar a un cargo en la próxima administración podrían estar soñando despiertas. La tónica es que se van panistas de cepa con cargos pero a los “amigos” esos no se mueven.
Como se adelantó en este espacio, se cumplió precisamente este jueves, en que no hay cambios por razones de mejora institucional o de optimizar los servicios municipales, sino que la realidad es otra totalmente diferente: Tal designación significa el inicio de la “operación a modo” que el alcalde Fernando Yunes puso en marcha con miras a la elección venidera.
Primero, con la idea principal de congraciarse con la militancia panista –sin que haya desaparecido la percepción de humillación y marginación- y así poder imponer a su candidata a la alcaldía porteña.
Segundo, para dar una falsa imagen de que atienden a los cuadros municipales incluyéndolos en los cargos, pero en realidad solo busca obtener más votos en la asamblea a favor de su carta.
También habíamos anticipado que lo anterior iba a ocurrir. De hecho, la llegada de Castillo Andrade es apenas una probadita de la cascada de designaciones de panistas que habrá de ejecutar Yunes Márquez en breve, al darles lo que queda de merengue del pastel en el último tramo de su gobierno.
El joven júnior sabe muy bien que los panistas porteños no lo tragan, puesto que los traicionó una vez que los usó para llegar al poder, beneficiando en su momento solamente a sus cuatachos, a los que ahora manda a la banca para tratar de resarcir el daño causado pero sacrificando a otros cuadros.
La voces al interior del panismo afirma que no se tragan muy fácil el “atole con el dedo” que les pretenden combidar puesto que ya conocen sus argucias. Saben muy bien que la lealtad no forma parte de su diccionario, por lo que el edil debe saber que el karma es el karma y que le pueden dar una sopa de su propio chocolate.
Y esto sin duda, como se dijo, no es más que un acto desesperado.
MUY EN CORTO
DEL FONDEN A LA LICUADORA EN VERACRUZ. El debate que se generó en la opinión pública por la desaparición de 109 fideicomisos públicos que ejecutó la mayoría de Morena en la Cámara Federal de Diputados sigue abierto.
Se han escrito infinidad de análisis tanto a favor como en contra, pero lo cierto es que hay algunos fondos que es muy difícil seguir justificando su existencia.
Uno de ellos es el famoso FONDEN en donde apenas en Julio la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado, puso el dedo en la llaga al precisar que hubo un desvío de 15 mil millones de pesos en las pasadas dos administraciones debido a que jamás hicieron su aportación correspondiente en la atención de desastres; y éstos tuvieron además un destino electoral.
Y es que en una participación en la Televisora Estatal la funcionaria acusó que estos recursos jamás llegaron al Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) de 2011 a 2018.
Y es que el dinero se fue a la “licuadora” de Finanzas y Protección Civil no le puede dar seguimiento porque dicho recurso nunca llegó a ejecutarse ya que jamás aterrizó en el fideicomiso donde se manejaba el Fonden.
Un caso bien documentado donde no existía fiscalización y es difícil defender lo indefendible.