Debido al deterioro y falta de espacios educativos, rehabilitaremos, crearemos e impulsaremos espacios donde los niños, nuestra prioridad, disfruten de un sano desarrollo educativo y social. Nuestros niños seguirán estudiando bajo condiciones dignas que realmente merecen.
Y no podíamos marcharnos sin confirmarles que tengan la plena confianza que el Museo de Palmillas no se moverá de su lugar, y de ninguna manera se trasladará a la Plazuela del Negro Yanga. Impulsaremos su desarrollo, restauración, cuidado, expansión y publicidad añadiéndolo a la Ruta del Café Veracruzano. El Museo de Palmillas es un tesoro de valor incalculable que Palmillas conservará.
No cabe duda: con Polo Crivelli, Palmillas crecerá y avanzará en materia de seguridad, educación, servicios básicos y cultura. En ellos está la solución y el rumbo que tomará Yanga y Palmillas.