Córdoba,Ver. – El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Porfirio Patiño Leal, negó categóricamente los señalamientos del padre Solalinde, quien habría dicho que aún teniendo conocimiento de dos cuevas donde asesinaban personas, no quiso denunciar los hechos.
El pastor católico pidió a su homólogo que si tiene las pruebas las muestre para terminar con la ola de especulaciones.
Se dijo en disposición de cooperar con las autoridades para cualquier aclaración sobre este señalamiento.
“Estas declaraciones y condenas no tienen sustento, son bastante graves y genéricas que confunden y agravian a las iglesias locales, parecen un juicio sumario para condenar mediaticamente”, comentó en rueda de prensa.
Comentó que su intención no es generar polémica, sino defender la verdad para que conociéndola, puedan tener una visión objetiva, contextual y con fundamento ante el rechazo e indignación por los juicios del padre Solalinde
Comentó que a su llegada como obispo le contaron de una siniestra leyenda de los gatilleros, a los que entre los años 80 y 90 “Tomasin” y “Gargallo” se les atribuían muchos asesinatos.
Estos, puntualizó, acumulaban cadaveres en Norias o pozos de agua, por lo que no le parecería raro que los narco delincuentes o sicarios estuvieran haciendo algo parecido.
Aclaró que ni el ni ni algún otro hermano sacerdote u obispo, ni tampoco ahora tenemos información alguna de un lugar concreto donde se oculten cuerpos de personas asesinadas.
El obispo descartó temer por su integridad tras estas acusaciones y también descartó proceder legalmente por eso.
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