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Orizaba
Por: Alex López
La vida de la familia de Jesús, un joven de tan solo 15 años de edad, tomó un rumbo distinto a partir de que le diagnosticaron leucemia linfoblástica, pues esta nueva etapa de su vida comenzó a ser escrita hace cinco meses, los sus sueños de un futuro prometedor llenaban de ilusiones sus pensamientos.
Para él y su familia fue como un golpe de frente en la pared, Jesús ha visto y vivido cosas que nunca hubiera imaginado: Quimioterapias, pérdida de cabello, infinidad de punciones, desesperanza y esperanza.
Con el paso de los días, Jesús se dio cuenta que la batalla era interminable pero una lucha diaria, pero con el apoyo de su familia ha sabido sortear las buenas y las maduras, además de la unión y amor incondicional de cada uno de familiares, él sabe que cuenta con el gran apoyo del personal del Hospital General Regional de Orizaba (HGRO) del Instituto Mexicano del Seguro Social en donde le fue atendido este padecimiento.
“Cuando escuchas hablar de cáncer, lo sientes como algo muy ajeno, pero al ser confirmado el diagnóstico en el más pequeño de la familia, la dinámica familiar cambia por completo; no imaginas que los vómitos, dolor en el cerebro, falta de apetito y otros malestares en tu hermano quien siempre gozo de buena salud, son indicios de la presencia de esta terrible enfermedad”, relató la hermana del pequeño, Anahí, quien con el paso de los días y semanas se ha convertido en una de las fortalezas de sus padres y de su hermano.
El joven de 15 años considera que ésta es una segunda vida para él, permanecer hospitalizado varias veces, le ha cambiado la perspectiva; hoy en su familia tienen una nueva forma de apreciarla; por ejemplo para sus padres y hermanas el hecho de haber retomado hace poco sus estudios en una preparatoria particular cuya especialidad es gastronomía es un gran avance, que las hizo sentir como el primer día en que lo dejaron en el kínder 11 años atrás.
La leucemia que presenta este pequeño guerrero de la vida es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (un tipo de glóbulo blanco); Jesus llegó a tener 40 veces más de glóbulos blancos, colocándolo en un serio riesgo para la vida.
Pese a ello y gracias a la oportuna atención que ha recibido en el Seguro Social, su recuperación ha sido buena y en un corto periodo; su semblante ha mejorado y aunque en un tiempo se quedó sin cabello, cejas y pestañas, hoy no muestra evidencia de ello. Su familia no duda de la mano de Dios en esto que califican como un milagro
María de la Luz, madre de Jesús expresó un profundo agradecimiento al personal del IMSS, desde trabajadores del área de servicios básicos, asistentes médicos, enfermeras, personal de laboratorio, ludotecarias, hasta pediatras y personal directivo; menciona especialmente al oncopediatra Victor Hugo Cabrera García, de quien dice ‘es un ángel que Dios envío para ayudar a tantos niños en situaciones difíciles’; siempre tiene una sonrisa, palabras de aliento y tiempo para sus pacientes, lo que aunado a sus conocimientos y vocación, influye favorablemente en el restablecimiento de sus pacientes.
Reconoció que para la atención de la leucemia de su hijo, enfrentan otra obstáculo, el tipo de sangre de Jesús, que es O negativo y es el único en la familia con ella; cuando las necesidades de componentes sanguíneos se agudizan hacen uso de las redes sociales, de amigos y compañeros quienes hacen eco a la petición; “para la primera transfusión recuerdo que gracias al IMSS de Cosamaloapan mi hijo pudo recibir la tan necesaria sangre”.
La familia reitera el agradecimiento a todos quienes integran el HGRO, ahí han encontrado aliados y aunque no ha llegado a su fin esta lucha, saben que en sus diarias batallas no están solos.