ALCALDE DE FORTÍN SE DA VIDA, MIENTRAS EL AYUNTAMIENTO SE DERRUMBA

por La Tia Justa

Fortín, Ver.- El alcalde Gerardo Rosales Victoria, en lugar de atender las preocupaciones de los ciudadanos y las dificultades sufridas por los trabajadores municipales, ha sido visto disfrutando de la vida nocturna en diferentes antros de la región. Esta actitud contrasta notablemente con el clima de incertidumbre que vive el municipio desde el mes de enero, donde los despidos de empleados públicos se han incrementado sin miramientos y la falta de recursos para el pago de sueldos y proveedores ha alcanzado niveles críticos.
Los trabajadores no pueden ocultar su inquietud. La precariedad en la que actualmente operan refleja una gestión municipal que parece priorizar el ocio en lugar del bienestar de la comunidad. “Nos preocupa no sólo nuestro empleo, sino también cómo se están manejando los fondos públicos”, comenta un empleado que ha preferido mantenerse en el anonimato por miedo a represalias. El descontento se palpa en las calles; los murmullos de desconfianza hacia el alcalde aumentan mientras él frecuenta locales nocturnos, donde sus gastos contrastan con los reclamos de pagos y apoyos que no han llegado.
Indicaron los trabajadores que es lamentable que la administración pública debería enfocarse en asegurar la estabilidad laboral y la correcta ejecución de los recursos, el comportamiento de Rosales Victoria plantea preguntas sobre la ética de su liderazgo. ¿Cómo es posible que un alcalde pueda permitirse noches de fiesta mientras sus trabajadores viven la angustia del despido y la falta de salario?

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