En un comunicado, se indicó que Martínez Suárez murió a causa de una enfermedad pulmonar a sus 84 años.
Los Legionarios de Cristo afirmaron que desde que las víctimas del exsacerdote Martínez Suárez hicieron públicas sus denuncias en 2019, su congregación inició una investigación.
De acuerdo con el desplegado, presentaron una denuncia ante las autoridades civiles y otra ante el dicasterio para la doctrina de la fe con la que se determinó que Fernando Martínez debía perder su estado clerical, señalada como la pena máxima en un juicio eclesial.
Fernando Martínez vivía en una residencia para personas de la tercera edad en Italia donde recibía atención especializada.
“Reconocemos el dolor y el sufrimiento causado por los actos terribles que cometió Fernando Martínez en el pasado, así como el gran valor que demostraron las víctimas (…) los Legionarios de Cristo reiteran su repudio al abuso sexual”, se lee en el documento.
En sus redes sociales, una de las víctimas de Fernando Martínez, Ana Lucía Salazar, acusó que el exsacerdote estuvo encubierto por los Legionarios de Cristo, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y al papa Francisco.
“Murió impune! (…) Jamás hubo justicia y verdad para más de 50 años de violaciones de niños, niñas y adolescentes. Violaba en los colegios y el Estado mexicano lo protegió”, escribió en sus redes sociales.
Ana Lucía Salazar denunció en 2019 que el entonces padre Fernando Martínez abusó de ella cuando tenía ocho años y señaló que aunque el Instituto Cumbres conocía sobre el caso, decidió callar.
De acuerdo con un informe de la investigación de los Legionarios de Cristo, Martínez Suárez fue señalado por el abuso contra menores desde 1969 y los casos más recientes se reportaron en la década de 1990 por seis menores de entre seis y 11 años en el Instituto Cumbres de Cancún.
Información de Latinus