Orizaba, Ver.- El vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez aseguró que el logro del retiro del cobro de la caseta de peaje 045 de Fortín, es producto de un trabajo de sinergia y continuidad de parte de autoridades de los tres orden de gobierno, cámaras empresariales y la sociedad en general, quedando demostrado que, la suma de voluntades hacen la fuerza.
“Aunque fueron más de 30 años de espera, por fin se logró una de las mayores peticiones que por décadas se realizó en la zona, administración tras administración, llámese federal y estatal. Hoy reconocemos que este es un trabajo de sinergia, de muchas cámaras y de personas que por muchos años, se hablan de más de tres décadas, intentaron lo que hoy vemos que se ha logrado”, dijo.
Reiteró que éste trabajo de continuidad en dónde se contó con la colaboración de actores sociales y políticos que se unieron con un mismo fin, hoy da buenos resultados.,”Hay que reconocer el poder civil también que se ha tenido y la buena voluntad de algunos políticos que también han colaborado y así reconocer que es un trabajo que han realizado durante por mucho tiempo y por muchas personas”.
Subrayó que cuando la sociedad se organiza ante una demanda justa, aunque hayan tardado un poco más de lo que hubieran deseado al fina,l se ha logrado y tal como lo dice un proverbio; “La unión hace la fuerza” y es así como se constata.
En otros temas y en cuanto a la desaparición de personas que no cese en la región de las altas montañas, como en el Estado, el Vocero Diocesano afirmó en que debe haber la sensibilización hacia la sociedad sobre este dolor que viven las familias puesto que en la que las redes sociales muchas veces se enjuicia sin sustento lastimando más a las familias en su duelo.
“Todos como sociedad debemos solidarizarnos porque vemos como en las redes sociales muchas veces se manifiesta la falta de empatía, se manifiesta la falta de solidaridad y sensibilidad con las personas que están atravesando por este calvario, no se debe de juzgar no se debe de prejuiciar, no se debe criminalizar”.
Aseguró que la iglesia católica durante este año está trabajando a favor de los adolescentes y jóvenes, con la finalidad de prevenir cualquier tipo de violencia, principalmente que los jóvenes padezcan estas situaciones que atentan contra su vida o contra su dignidad.
“Necesitamos seguir evangelizando, necesitamos seguir anunciando a Cristo, necesitamos seguir promoviendo una cultura de la vida frente a estos acontecimientos que manifiestan una cultura de violencia y de muerte”.
Afirmó que no basta con echar culpas, sino que hay mucho por hacer y trabajar, no solamente a un sector sino que se debe asumir la responsabilidad en la que se tiene que trabajar para construir una mejor sociedad para restaurar el tejido social.
Por último y cuestionado sobre el fin de la Emergencia Sanitaria Internacional del Covid-19 por parte de la Organización Mundial de la Salud el pasado 5 de mayo y recientemente el 9 de mayo en México, el Vocero Diocesano afirmó que el levantamiento de la emergencia no significa que el Coronavirus haya dejado de ser una amenaza para la sociedad, recordando que todavía causa una muerte en el mundo cada tres minutos mientras miles más alrededor del mundo siguen luchando por su vida en unidades de cuidados intensivos y otras sufren los síntomas postcovid o secuelas.
“El comité de la OMS desarrollará recomendaciones de largo plazo para que los países puedan seguir gestionando la respuesta a la enfermedad. Esperamos por tanto que hayamos aprendido y se crezca en una cultura de prevención de esta y otras enfermedades, aunque lo peor que los países podrían hacer ahora es utilizar esta noticia como “excusa” para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que han construido o enviar a la población del mensaje de que no hay que preocuparse ya”.