Necesario que la educación pública recupere identidad: Flores Rosales

por La Tia Justa

* Es necesario revisar nuestros propios éxitos a lo largo de nuestra historia.
*La Secundaria Textil de Río Blanco, antecedente del Instituto Politécnico Nacional
Nogales, Veracruz a 18 de marzo 2019.-Juan Alberto Flores Rosales, cofundador de la Universidad Pedagógica Veracruzana (UPV), participó en el panel de Diagnóstico de la Situación Actual de la Educación Superior Pública, efectuado en Sala de Cabildos del palacio municipal en donde, expresó que es buena la creación de escuelas privadas; sin embargo, se pronunció en favor de que la educación pública recupere su identidad.
“Si deseamos transformar nuestras instituciones educativas y sobre todo la educación superior, tenemos que regresar a una maestra, la historia, que nos muestra los aciertos y yerros cometidos en esta materia. El próximo año 2020 se estarán cumpliendo 100 años de la creación de la SEP en nuestro país, el genio de José Vasconcelos, impulsado por los entonces gobernantes, fueron y sentaron las bases del sistema educativo mexicano, pero a lo largo hemos transitado por tres modelos, diferentes tipos de educación que se pueden diferenciar”.
Expuso que en México tenemos una experiencia altamente exitosa, de 1920 a 1940, consideró fue la época de oro de la educación mexicana en donde hubo emoción del pueblo mexicano por compartir la transformación del milagro educativo en sólo 20 años en nuestro país.
Recordó a Justo Sierra, el ministro de Instrucción Pública en la agonía del Porfiriato: “hemos formado unos cuantos sabios en medio de millones de ignorantes”, subrayó y agregó que éste personaje ya veía desde 1905 cómo un sistema educativo esclerótico anquilosado, elitista, había favorecido a unos cuantos, mientras la masa del pueblo se debatía en el atraso y la ignorancia.
Es por eso que millones de jóvenes y personas entusiastas dejaron incluso, su comodidad para internarse en la sierra, en la lejanía de los poblados para transformar, arrancar la venda de la ignorancia de muchos de nuestros compatriotas y esa actitud social de fraternidad con los menos desarrollados, se debe tener como lección en esos años.
“Nuestros gobernantes de 1920, iniciando con Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y hasta Lázaro Cárdenas, fueron regímenes que se dedicaron a la construcción de escuelas que dieron un pulso formidable a la educación mexicana, fuimos objeto de reconocimientos internacionales por ese esfuerzo; de un pueblo de ignorantes, rescatamos y fuimos capaces de convertir en realidad este sueño, sin embargo, a partir de 1940, comenzó a emparejarse la vida política con la económica; comenzó la corrupción en nuestro país, se pensó que México podría convertirse en una potencia industrial y se favoreció al gran capital con la creación de sindicatos blancos, con la represión a los movimientos sociales y la implantación de un modelo educativo burocrático y autoritario.
Importaba para la industria, contar con un ejército de obreros dóciles, puntuales, sin huelgas y desde la escuela, se trataba de formar al buen ciudadano, que no alterara la paz nacional y que fuera objeto de ideas exóticas, ligadas a movimientos internacionales”.
Mencionó en su exposición que ahí comenzó el divorcio entre la sociedad y las instituciones educativas, que hoy es muy señalado. “Comenzó a quererse implantar una visión moderna, industrial; emular el modo de vida americano, sin embargo, los grandes industriales, no aprovecharon las oportunidades para modernizar el proceso de producción y la investigación científica y tecnológica fue incipiente.
Sostuvo Flores Rosales que la creación del Instituto Politécnico Nacional, tomó antecedente de la Escuela Secundaria Textil de Río Blanco. El gobernador del Estado en ese entonces, que fue secretario de Educación con Lázaro Cárdenas, fue el precursor de ese instituto.
En esa industrialización del país, la clase obrera se preocupó por construir edificios educativos para sus hijos; por mencionar algunas, la escuela Esfuerzo Obrero, la propia textil de Río Blanco, pero ante el derrumbe del modelo industrial de nuestro país, surge a partir de 1980 otro modelo educativo emparejado con otro modelo económico, “se creyó que toda vez que el campo y la industria no habían sido detonantes, la única opción era convertirnos en potencia comercial”.
El panelista dijo que desde 1980 los gobiernos federales nos introdujeron en una dinámica de compra venta y globalización, en donde se aperturaban nuestras fronteras, dando lugar a mercaderías más baratas desplazando a la nacional.
“Se ha alejado a nuestras generaciones de una verdadera identidad, pretexto de la globalización y desdeñamos -llegando al desprecio- a lo que es lo nuestro, autóctono, original, solidario, lo cual se ha roto y se vive un clima de violencia, en donde no importan los medios para obtener dinero”.
Los enfoques de la formación universitaria en los tres niveles, propician la formación de gente con sed de triunfo, pero que sólo sirven al mercado laboral. Ahora que se inicia el diagnóstico educativo es necesario tener en cuenta que sí ha habido experiencias exitosas, pero han sido desdeñadas por intereses políticos.
Apuntó que es necesario que la educación universitaria recupere su humanismo educativo. Hay muchos desafíos políticos, pedagógicos y organizacionales, pero tenemos que recuperar nuestro camino.
Al final aplaudió la creación de escuelas privadas que con esfuerzo subsisten, pero es necesario que la educación pública recupere su identidad cultural con el apoyo de la participación social, ya que la educación es responsabilidad de todos.

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