Orizaba, Ver.- El fallecimiento del Cardenal Sergio Obeso Rivera ocurrido la noche de este domingo 11 del presente fue lamentable, porque siempre fue un hombre con una profunda fe y un testimonio de Dios en la iglesia, así lo dijo el sacerdote encargado de la Catedral San Miguel Arcángel de Orizaba, Javier Yael Cebada Tejeda.
“Desde mi infancia tuve la oportunidad de conocerlo, siendo seminarista también y de sacerdote tuve la oportunidad de estar en convivencia con él, me dejó muchas enseñanzas. Mis muestras de cariño y agradecimiento hacía su persona siempre serán infinitas, por haber sido un gran servidor de la iglesia católica”, dijo Cebada Tejeda.
El sacerdote dijo que tras conocer de su muerte, él pidió a Dios su intercesión para su eterno descanso., “Al hombre que Dios al final de su vida le permitió la gracia de convertirse en Cardenal, producto de esa especial forma de ser y de servir a la Iglesia Católica, siempre al servicio de la misma, con el profundo amor que siempre le demostró a nuestro Dios”.
Agregó; “Siempre era un placer escuchar sus conferencias, así como sus reflexiones y sus homilías, porque en todo te daba luces y te abría un camino, un camino para la vida, para la vida Cristiana, era un hombre muy comprometido, un hombre muy completo, muy íntegro y un hombre que Dios, siempre buen testimonio de Dios en la iglesia. Yo como miembro de la Iglesia estoy cierto de que Monseñor Obeso está gozando de la alegría de la casa eterna del Padre después de haber cumplido su misión aquí en la tierra, le agradezco a Dios de haber tenido la dicha de conocer a un gran hombre, un gran pastor, a un gran obispo, Dios nos siga concediendo hombres personas con esos talentos magníficos”.
